En los últimos días hemos visto cómo se ha generado controversia en torno al reconocimiento del Estado de Palestina por parte de Colombia con el gobierno saliente del presidente Santos; esto teniendo en cuenta que para un Estado sea reconocido internacionalmente se necesita cumplir con estándares como la población, la soberanía, el territorio y el reconocimiento internacional, y es en este último en el que la postura de Colombia tiene valor.
Al respecto se han manifestado distintas autoridades en materia internacional, tanto gobierno de Santos como del nuevo gobierno del presidente Iván Duque, y quedan interrogantes como cuál ha sido la posición de Colombia en el conflicto, si Colombia en verdad ha respaldado al Estado de Israel en sus momentos más importantes o si después del reconocimiento del gobierno Santos al Estado de Palestina es conveniente que se reverse la decisión.
En el primer caso tenemos diferentes momentos claves en los que Colombia ha votado en blanco como son: el reconocimiento del Estado de Israel 1948, la resolución de Jerusalén en Naciones Unidas en 2017, debido al movimiento de la embajada de Estados Unidos reconociendo a Jerusalén como la capital de Israel, y el reconocimiento del Estado palestino 2012.
Analizando lo anterior podríamos decir que Colombia ha tenido una postura neutral o a favor del Estado de Israel, ya que el Estado palestino no era reconocido a pesar de tener su origen en la división de palestina, que se dio buscando la existencia de un Estado judío y otro árabe.
Ahora, por qué el cambio: se está buscando adoptar una postura neutra reconociéndolos a ambos para que sean tratados como iguales, teniendo en cuenta las relaciones diplomáticas y a su vez que en Colombia tenemos familias de ambos. Esa podría ser la respuesta más fácil, pero no es así.
Este va a ser uno de los retos iniciales del gobierno Duque, porque al reconocer a Palestina no podría poner la embajada en Jerusalén para que esta sea declarada la capital de Israel, como lo ha pedido Estados Unidos en la ONU en 2017, pues este territorio fue atacado y ganado por Israel en la guerra de los 6 días en 1967 y una de las peticiones del Estado palestino es que se les devuelva el territorio original, por lo que en realidad este reconocimiento no genera una igualdad, sino un pronunciamiento a favor de Palestina.
Pues bien, esta caótica situación le puede traer consecuencias a Colombia, no solo ante Israel, sino ante la comunidad internacional, en especial Estados Unidos por la pérdida de la neutralidad, agregando que esta decisión no es una que se pueda echar para atrás fácilmente y dejar pasar de largo. Los días dirán que pasará, pero tenemos que aceptar que Colombia dejó de ser un Estado neutro en el conflicto y que ya se tomó una posición que no se había adoptado a lo largo de la historia.
Por otro lado, la respuesta de cuál va ser nuestra posición la dirá la postura de la Cancillería, de la que por supuesto toda la comunidad internacional estará pendiente.
¡Dios bendiga Colombia!
