Intenté ver el primer capítulo de la nueva temporada de El man es Germán pero fue imposible. Cada escena era un golpe en la córnea. No aguanté más de tres escenas cuando sentí ganas urgentes de apagar el televisor. Cambiar a la competencia no era una opción viable. Darle rating a Caracol sería premiar el conformismo y la pereza mental que azota a sus creativos. Esa misma noche estrenaban por decimoquinta vez El Desafío. La mayor novedad es que Andrea Serna, que durante 18 años fue la diva de RCN, presenta el programa insignia de Caracol. El canal se da el lujo de exhibir a la Serna como el mayor trofeo de guerra que jamás pudo haber imaginado.
Sin embargo, tener a la caleña recitando "Caracol, nos mueve la vida" no pareció haberle dado mucha sintonía. El Desafío solo marcó 12,6 puntos en su estreno. Si tenemos en cuenta que los estrenos suelen ser altos porque la gente está a la expectativa, no es de sorprender que el programa caiga por debajo de los 10 puntos en futuras emisiones. Por el contrario, RCN tuvo una muy buena noche. Por primera vez en años tuvo dos programas por encima de los 10 puntos. Betty la Fea marcó 10,2 y el estreno de El man es Germán marcó 10,8. Apenas hubo 1,8 puntos de rating de diferencia entre ambos estrenos. Si las cosas siguen como van nada raro tendría que RCN resucite, al menos por unos meses.
Ciertamente El man es Germán es una producción barata, de esas cuyas escenografías valen tres pesos. Las mismas que están cargadas de estereotipos y personajes sobreactuados, al mejor estilo de Chepe Fortuna. El vestuario y los peinados son un homenaje al mal gusto. Es una comedia donde la risa surge del chiste barato carente de inteligencia. Sin embargo, es efectiva porque cumple con su objetivo. No nos digamos mentiras. El colombiano promedio se siente identificado con una basura televisiva de estas porque refleja todo lo que es; machista, chabacán, popular y ordinario.
El canal que emite la serie solo quiere salvarse de la quiebra. Y para hacerlo no tiene problema en contaminar la televisión con un mamarracho de semejante nivel. Aunque destaco el talento de actores como Santiago Alarcón, ciertamente en producciones como estas se desperdician. Cómo es posible que una canción cuya letra dice "Beso al mozo, beso al marido" sea tendencia en estos momentos. Si esta fuera una sociedad más educada, con criterio para elegir lo que consume, esta serie no solo estaría enterrada sino que RCN se vería obligada a sacarla del aire. Pero como no es el caso, se vendrán varias temporadas más si el punketo logra salvar al canal de la quiebra.