La noticia pudo haber sido la misma que escribió alguna incierta civilización, que suponemos China, de quienes viniendo pisaban por primera vez la Tierra. Diría así: “Zhurong cumple tres meses en Tierra. El rover Zhurong de China ha completado su objetivo inicial de sobrevivir 92 soles en Tierra, lo que equivale a 90 días de nuestro planeta. Desde su llegada el 14 de mayo, Zhurong ha recorrido 889 metros para ver su equipo de aterrizaje desechado, deteniéndose junto a rocas y dunas en el camino. Ahora se dirige hacia otra característica geológica descrita como un "surco" que está a 1,6 kilómetros de distancia”.
Es risible que se considere una proeza un viaje de tan exiguas cantidades. Y, sin embargo, ¡qué hazaña! Y entonces nos sonaría lo suficientemente lejano. Hoy, la Tierra ha sido recorrida mega millones de millones de veces de muy diversas maneras, en todas las direcciones y, para ser francos, ya casi estamos por dejar da andarla de tan trajinada y maltrecha como la tenemos. Así de esa manera quizás rescataríamos que estamos en un planeta de ciencia ficción.
Será que pudiéramos recordar aquel primer momento en que bacterias, virus y hongos depusimos en este planeta. Quién hubiera imaginado tan desproporcionado y gigantesco crecimiento que pudiéramos llamar un vergel. Y ni siquiera fue así. Tuvimos que inventarnos el agua o traerla en la cola de cometas, según las teorías en boga. Y ni siquiera fue así: tuvimos que inventarnos el oxígeno, pues ya el hidrógeno nos venía desde el origen mismo del universo.
Aunque el que ahora tenemos provino del estallido de alguna estrella muy posterior a aquel origen. Eso dicen los que saben de Cosmología y otras hierbas.
Y ni siquiera fue así: tuvimos que dejar de ser una bola de candela, gases en combustión (plasma) hirviendo y enfriarnos como parte del sol que habíamos sido.
Y esta cadena de sucesos interminables, todos desproporcionados y exóticos, estaría apenas empezando. El caso es que la China cuyas gentes antes de la revolución comían salvado de maíz y arroz, como si fueran pairas de cerdos, hoy está en Marte. Y nosotros, que para la época de la revolución China, 1948, ya habíamos dejado de comer todas esas cochinadas, no tenemos ni siquiera un tren bala ¿Será que la China le debe este sensacional avance a la revolución china o serán invenciones mías?
La primera revolución china de la que tenemos noticia y armó el chispero fue la protagonizada por Mao Tse Tung comandando el Partido Comunista de China. Tal como Mao mismo la definió, desafiando incluso muchas de las posiciones marxistas que entonces la daban por imposible fue una revolución democrático-burguesa. No fue nunca una revolución socialista.
En parte fue así porque quien llega al poder, luego de derrotar a los japoneses y a Chiang Khai Shek, fue una alianza del proletariado con el campesinado chino. La clase campesina ha sido catalogada siempre como pequeñoburguesa, pues tiene medios de producción, incluso, propiedades en su poder y, muchas veces, tan solo a eso aspiran.
Amén que jamás podría decirse que China para ese momento fuera una potencia capitalista ni mucho menos. Esta revolución fue estremecida al menos dos veces: con el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural. En ambas macrorupturas nunca se rompió la alianza que le había dado origen al Partido Comunista y logrado la revolución democrático-burguesa.
Pero con Deng Tsiao Ping sí se dio esa ruptura. Se rompió la alianza y se dejó abiertamente que los campesinos practicaran el capitalismo abiertamente, aunque conservando mucho de lo colectivo que se había logrado. Todavía puede decirse que aquellas economías que están en capacidad herir las economías del pueblo permanecen siendo estatales.
Entonces, este viaje a Marte, la rover Zhurong de China, puede ser un logro de la segunda parte de su segunda revolución democrático-burguesa, muchos de cuyos alcances no nos han sido explicados de manera tan sencilla como procedió Mao Tse Tung en su momento. Quizás haya posibilidad de que algún genio lo logre alguna vez, dada la complejidad de la economía china del presente.
Ahora mismo China estaría entrando en una nueva fase revolucionaria al acoger un cambio drástico en la composición del menú de combustibles que necesita para alimentar tan gigantesco país. Nosotros jamás hemos avanzado a ninguno de los procesos revolucionarios que se necesitan para marchar siquiera como China empezó a avanzar desde el predominio de Mao Tse Tung para acá. De acuerdo con el discurso de Gustavo Petro en Cali, estaríamos en una contrarrevolución neoliberal, liderada por el dominio que asumió el Centro Democrático de lo que había instalado César Gaviria.
Para este neoliberalismo, precisamente, todas las economías que hieren la vida material del pueblo han sido dejadas al usufructo y gestión de una oligarquía que detenta el poder. Es decir, hemos hecho exactamente lo contrario de una dirección según la cual China ha logrado poner su rover Zhurong en Marte.
Atrás quedó aquella intentona de la Revolución en Marcha de Alfonso López Pumarejo. Cito: "Un documento del Archivo de Presidencia de Colombia contiene una semblanza de Alfonso López Pumarejo. De allí extraemos la definición que de la Revolución en Marcha diera él mismo como siendo: el deber del hombre de Estado de efectuar por medios pacíficos y constitucionales todo lo que haría una revolución por medios violentos".
La pertinencia de esa frase es más inminente que coyuntural. En efecto: hemos logrado un acuerdo de paz. Ya tendríamos avanzado una parte del sueño de López Pumarejo: no necesitaríamos una revolución por medios violentos. Eso, a no ser que el neoliberalismo imperante nos obligue a transitarla como forma de mantenerse en el poder mediante el miedo.
Entonces es deber de los hombres de Estado acometerla que, para el caso, estarían haciendo parte de la oligarquía dominante. Precisamente para realizar “todo lo que haría una revolución por medios violentos”; se entiende, liderada por una clase o una alianza de clases como pudo hacerla China en su momento.
¿Podrá liderar la oligarquía colombiana una Revolución en Marcha cuando ya casi tiene la mitad del camino andado luego del acuerdo de paz?
Ese es el Pacto que Petro estuvo proponiendo en Cali. ¿Lo ha estado escuchando alguien? La teoría moderna de la computación ha cocinado la estrategia de los llamados desarrolladores de política. ¿Cuántos desarrolladores de política, si es posible distintos de Petro, podría haber en Colombia que nos levaran a feliz término? Y es que, ya se sabe, con solo Petro no bastaría.
¿Podrá colocar alguna vez Colombia un aparato no tripulado en Marte? Es decir, ¿podríamos imaginarnos como siendo un país de ciencia ficción, que descubre y pone un pie en un planeta lejano? La China de hoy es de ciencia ficción: está implementando la 5G e invierte ya en la 6G, y nosotros apenas estamos aruñando la 4G, muy con las uñas.
Todo eso dependerá de qué tan profundamente podamos revolucionar la marcha de nuestra sociedad. Poner la Revolución en Marcha, siquiera de la manera que López Pumarejo deseaba hacerlo, podría significar un paso adelante. Eso, en vez de la pudrición actual.
Nota: la cita inicial ha sido impostada de una extraída de Nature.com
