Nos proponemos con las siguientes líneas, dar a conocer algunas cifras que demuestran de manera irrefutable lo injusto de los salarios: el mínimo de los trabajadores y el máximo de los legisladores de Colombia, injustos para cada uno por razones inversas, por lo precario el uno, por lo exuberante e irracional el otro.
Tratando de conectar esto con la contribución de los mismos al crecimiento, desarrollo y felicidad de todos los colombianos; compararemos el salario minino y las remuneraciones de los legisladores.
Salario mínimo año 1991: $ 51.716. Salario mínimo año 2017: $ 737.717.
Sueldo legisladores año 1991: $714.665.
Sueldo legisladores año 2017: $ 29.884.703, asumiendo un incremento del 7% para estos últimos en el año 2017.
Para contrastar estas cifras determinemos el crecimiento de ellas en los 25 años de la serie temporal, 1991 -2017 lo que da como resultado un crecimiento de 14 veces para los asalariados y 42 veces para los legisladores. 14 contra 42 eso sí que es un contraste.
¿Cómo explicar esta enorme disparidad salarial a los colombianos? Otra vez como en oportunidades pasadas podemos pensar en vencidos y vencedores. Tratemos de establecer un vínculo entre estos parámetros y el crecimiento de Colombia medido a través de su PIB (Producto interno bruto), para la misma serie de tiempo. Pib año 1991: 41.240 millones de dólares, año 2016: 346.000 millones de dólares. El crecimiento fue de 8.39 veces. Ahora, comparemos este resultado del pib y los sueldos de los senadores de Colombia con los obtenidos por sus pares en Corea del Sur en el mismo lapso de tiempo. Pib Corea del Sur año 1991, us millones 332.900, año 2016 us billones 1391; el ingreso de los legisladores coreanos hoy es de us 130.000 anuales, sueldo de senadores de Colombia us 120.000 anual. Cabe resaltar que, antes de la devaluación era de casi 200.000 dólares anuales.
Aquí se introdujo una especie de benchmarking, herramienta de administración que ayuda a mejorar el desempeño en un área determinada, comparando los resultados nuestros con los mejores, en este caso se trata de benchmarking estrategico y que mejor que sea con Corea del Sur país que hace 45 años era más pobre que Colombia y que hoy hace parte de los países en desarrollo, se le conoce como país de recién industrialización.
Para explicar el desarrollo de un país tenemos que considerar entre muchas causas, la alineación entre trabajadores, empresarios y gobierno en torno a objetivos grandiosos. En Corea de Sur esto funciono, en Colombia, ateniéndonos a los hechos, observamos desalineación de intereses, de allí que casi siempre el salario mínimo se establezca por decreto, y este evidente abismo entre lo que perciben los trabajadores y los legisladores hace difícil un acuerdo mancomunado en son de grandes ideales, esto se refleja en los contrastes salariales.
La contribución del trabajador al crecimiento económico de un país es de observación directa, en el caso colombiano la contribución del gobierno (sueldo legisladores) al mismo objetivo, visto a través de su altas remuneraciones parece no funcionar, es más, pareciera que los legisladores conspiraran en contra de desarrollo dando lugar a que se vean dos colombias la de los vencidos y los vencedores.
Hasta que la clase trabajadora sienta que en el desafío que implica crecer y desarrollarse es vencedora, es difícil superar la brecha entre pobreza y riqueza, por eso a través de esta vía nos adherimos a un gran debate de carácter nacional sobre lo pertinente o no el que los salarios de los trabajadores de Colombia sigan siendo una cuarentaidoceaba parte de la de los legisladores, como si la contribución de estos últimos al desarrollo fuera 42 veces más importante.