Colombia es un país que se caracteriza por promover cuanta ley se quiera realizar, para tapar en un pequeño porcentaje los grabes problemas que padecemos, como la educación y el trabajo.
Y es que para uno trabajar o estudiar, debes ser un familiar allegado a un empresario exitoso que tenga un monopolio más o menos considerable de estrato 5 o 6, o en su defecto que sea amigo de un concejal, senador, presidente de la república, etc.
Nuestro pan de cada día es la rosca, así el gobierno diga en medios como Caracol y RCN lo contrario o coloquen en redes sociales ese numeral que es fácil promoverlo, pero que para el ciudadano común estudiado con buenas calificaciones y que sea joven ese numeral crea ilusión pero que se nubla al ver el pool de requisitos que pide X O Y organización donde quiera entrar a trabajar.
"#TrabajoSiHay"" ¿De verdad hay trabajo? ¿Será que hay demasiada oferta, pero la demanda de vinculación no responde a lo que quiere una empresa? ¿O será también que el único camino para uno progresar es el clásico rebusque así el nuevo código de policía lo prohíba? O ¿será también que las políticas tanto educativas como laborales no se ajustan a la realidad nacional?
Ambos sectores que supuestamente son un derecho constitucional hoy están completamente nublados por la indiscriminada corrupción, modelos políticos que se quedaron en el pasado, modos de contratación que al trabajador lo tienen pensando cuando se va a quedar sin trabajo, universidades cuyas carreras son demasiado caras para alguien fuera del estrato social más alto, reformas tributarias que tiene apretado el bolsillo a más de uno, contratos de prestación de servicios donde a uno no le dan las garantías de un puesto estable y una economía rentable, políticas de educación donde los cargos muchas veces no son válidos por el título que poseas sea técnico o profesional, deudas eternas con créditos educativos, rechazo en las páginas de búsqueda de empleo por ser de rasa étnica o persona con discapacidad, discriminación de un empresario porque el postulante debe ir al baúl de los recuerdos debido a su edad, o por ser muy joven la organización de empleo considera que es muy pollo para trabajar...
Entonces donde está la ley del trabajo que tanto dicen hacer cumplir por parte de los gobernantes (ley 50 de 1990) o la tan famosa ley de educación (Ley 115 de 1994) donde nos cobija una serie de derechos que en el papelito de más de 4000 caracteres está bien. Pero ajustarlo a la realidad es lo que el capitolio nacional nunca ha querido entender.
En resumidas cuentas, las cosas se han hecho a medias. Al ciudadano común no nos conforma pequeñeces e informes insulsos presentados al frente de un Teleprompter. Menos habladurías y más acciones con garantías. Por algo Colombia se rajó en derechos humanos el año pasado. Porque no sabe ni qué es ser un estado social de derecho y porque no tiene un norte definido sobre a donde va para que la desigualdad social se reduzca.
#TrabajoHayACuentagotas
#EstudiosHayPeroParaLosGodos