Este sábado tuve la oportunidad de presenciar el Urbano de Manizales, donde el caldense Marcelo Gutiérrez, deportista Red Bull, le ganó al checo Tomas Slavik, subcampeón de MTB Downhill y quien se creía iba a ser el ganador de esta versión del campeonato.
Para los que no conocen, el Urbano de Manizales es la competencia de downhill que abre la temporada a nivel internacional en el deporte de mountain bike.
Marcelo no solo hizo un tiempo envidiable de un minuto y 58 segundos, sino que esta fue la novena vez consecutiva que se quedó con el título, delante incluso de Camilo Sánchez, quien detuvo el cronómetro solo dos segundos después de Marcelo.
Toda la jornada fue un espectáculo, porque desde la construcción de la pista, que estuvo a cargo de Jorge Mario Jaramillo, conocido como “Chigüiro”, con la novedad de pasar por las instalaciones de un colegio entre los barrios Campoamor y Cervantes, con nuevos peraltes y unas escaleras que desembocaron en un salto de seis metros que probó la destreza de todos. Toda una vitrina de Colombia ante el mundo diferente y en un deporte en el que poco a poco vamos haciendo historia.
El duelo final fue vibrante, porque Marcelo fue el último en salir y delante de él iba Slavik, quien con la caída perdió tiempo y dejó toda la definición entre quien hasta ese momento tenía el mejor registro, Camilo Sánchez. Al final, Marcelo cruzó la meta para quebrar todos los tiempos —fue el único que bajó de dos minutos— y se coronó por novena vez como el mejor del Urbano de Manizales.
Manizales demuestra que lo que necesita Colombia es mayor apoyo a otras disciplinas deportivas diferentes al fútbol porque lo que tenemos es talento. Nadie jamás pensó que el nombre de unos colombianos conquistaría este deporte extremo y que estuvieran en podios con otros talentos internacionales.
