Se cumplen dos años del gobierno del presidente Iván Duque Márquez, quien ha tenido que concentrar gran parte de sus esfuerzos a enfrentar la exigencia pandemia causada por el coronavirus en Colombia, conducta que también han seguido gobernadores y alcaldes de Colombia, sin embargo en este momento se puede parodiar una máxima del catolicismo y decir: “No solo del coronavirus gobierna el hombre”.
Sí es aplicable, porque tanto el presidente Duque como los mandatarios regionales se han consagrado de tiempo completo a este frente, sin tener en cuenta que hay otros aspectos de la vida nacional que requieren acciones y decisiones con urgencia, sin olvidar o relegar la emergencia causada por la pandemia.
La inseguridad, por ejemplo, apremia en las ciudades y en las zonas rurales, donde han reaparecido y tomado fuerzas disidencias de las Farc y continúan operaciones del ELN y de los propios grupos del narcotráfico, como el Clan del Golfo y los Caparros, por citar solo dos. Agreguen las extorsiones desde las cárceles, tal como sucede en Buga, Tuluá, Cartago y otros municipios del Valle.
Todo sin dejar de tener presente que han dado duros golpes contra organizaciones delictivas, basta con citar que en zona rural del Municipio de Leiva, Nariño, el pasado fin de semana cayó un megalaboratorio, donde se fabricaban 50 toneladas por semana de cocaína. Pertenecía al Clan del Golfo, según informes del Ejército colombiano. Claro que ese mismo fin de semana, comienzos de agosto, Buenaventura se vio estremecida por una granada lanzada contra el CAM, en pleno centro de esta ciudad-puerto.
Llega a dos años el presidente con cifras que obligan a suponer cambios a fondo: el desempleo llega al 21%, el más alto de los últimos 10 años, panorama al que se suman ciudades donde la pérdida de empleo es la otra pandemia. En Cali, para no ir lejos, este supera el 23%. Las estadísticas sobre el coronavirus propiamente dicho tampoco son halagüeñas, aunque organizaciones internacionales han resaltado la forma en que el gobierno ha venido manejando la irrupción del coronavirus.
Al presidente Iván Duque, como a los mandatarios regionales y locales, se les ha venido solicitando que deleguen el manejo operativo del coronavirus, sin renunciar a la orientación. Esto con el propósito de disponer de tiempo y oportunidades de desconcentrar la atención y las actividades de gobierno. Hay que dar el real protagonismo a esta delegación. El presidente, vale decir, cuenta con un gerente para Atención del coronavirus, pero este es prácticamente un desconocido, porque el manejo sigue aferrado al mandatario nacional.
Algo similar ocurre en los departamentos, aunque en el Valle y Cali, sus respectivas secretarias de Salud, María Cristina Lesmes y Miyerlandi Torres Agredo, han demostrado oportunidad en la toma de decisiones y en el manejo de los procesos.
Las estadísticas hablan
Se equivocan aquellos que piensan que las cifras “son frías”… No, las estadísticas hablan y por eso es indispensable el constante análisis. En el caso del coronavirus de no se hacer su lectura e interpretación corren el riesgo de convertirse en paisaje, es decir en un decorado más dentro de la información cotidiana.
Miremos este comportamiento del coronavirus en Colombia:
- 1° de mayo: 7.006 casos.
- 1° de junio: 30.493 casos.
- 1° de julio: 102.009 casos.
- 1° de agosto: 306.181 casos.
Esto indica que entre junio y julio el crecimiento fue 61.516 casos, y entre julio y agosto se aumentó en 309.082 casos, teniendo como escenario la adopción de cuarentena en nuestro país, que ya se sitúa con una de las cuarentenas más largas en el mundo. El presidente Duque la extendió hasta el 30 agosto, cuando se completarán cinco meses….y existe la posibilidad de ir más allá, aunque el mismo ha manifestado que “ningún país resiste mucho tiempo cerrado”…
…y tiene la razón, pues la economía colombiana se ha comenzado a resentir muy fuerte. El departamento del Valle, por ejemplo, según afirma su secretario de Hacienda ha tenido una caída del 50% en sus ingresos propios en el 20020. Se tenían proyectados $639.000 millones y solo se recaudarán $400.000 millones, lo que obliga a solicitar a la asamblea del departamento que conceda facultades a la gobernadora Clara Luz Roldán para un crédito por $335.000 millones, dirigido a financiar obras y proyectos en diversos frentes y ayudar a la reactivación económica en el Valle.
Sigamos con las cifras del coronavirus, al momento de escribir este artículo (lunes 3 de agosto), el panorama internacional situaba a Colombia en el puesto 11 en cuento a número de personas contagiadas. La tabla de acuerdo con los registros de la OMS era la siguiente:
- Estados Unidos: 4.665.013 casos
- Brasil: 2.707.877
- India: 1.750.723
- Rusia: 849.277.
- Sudáfrica: 511.485
- México: 434.193
- Perú: 422.183
- Chile: 359.731
- Irán: 309.437
- Reino Unido: 306.315
- Colombia: 306.081
- España: 288.522
Se espera timonazo
Bajo este panorama queda abierta la polémica: ¿las cuarentenas se hicieron para frenar la velocidad de contagio?, ¿para reducir las posibilidades de contagio? o ¿Para ganar tiempo y fortalecer la red hospitalaria?... Si es por esto último se puede decir que Colombia lo ha conseguido ante el incremento innegable en la presencia de camas de unidades de cuidados intensivos en el país.
Sin embargo, como se trata de una mirada a dos años de gobierno, y mirando al porvenir es claro que el presidente Iván Duque y su equipo de gobierno tendrá que dar un timonazo con urgencia en los próximos dos años de gobierno….y es afrontar la Colombia del poscoronavirus y la del postconflicto.
Lo mismo tendrán que hacer los gobernantes en los departamentos y en los municipios, porque los ciudadanos ya están asediados por el desempleo, la inseguridad, la caída de los ingresos familiares y la incertidumbre sobre lo que pueda pasar en el presente y en el futuro más cercano. Los retos y desafíos asedian más del coronavirus.
Y aquí vale citar una frase de Charles Darwin, muy apropiada para estos tiempos: “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responda al cambio”.