En la segunda jornada del evento continuaron las actividades que ayudan a fomentar el crecimiento de la industria de la moda, la rueda de negocios y la feria comercial —que permiten a las marcas emergentes tener una vitrina en la exposición de moda más importante de la ciudad, como es el caso de las bordadoras de Cartago que por primera vez están presentes en un acontecimiento de moda— fueron algunas de ellas.
Así mismo, en este evento se destacó la pasarela de J.P. Chenet, que auspició primero al diseñador caleño Jhon Mesías, quien presentó una colección que nos transportaba a un safari. Con una moldería exquisita, jugó con una variedad de texturas y estampas digitales que simulaban pieles animales y texturas de vegetación típicas de la sabanas africanas. Además, logro una línea equilibrada, con una dosis justa de peso estético entre el glam y lo casual.
Luego, la diseñadora Diana Velázquez presentó su colección para el otoño-invierno 2018-2019. Cabe decir que su firma se caracteriza por tener un diseño minimalistas en sus prendas, tanto en moldería como en la paleta de colores. La joven diseñadora nos acercó un repertorio de faldas irregulares a media pierna, vestidos de manga larga y profundos escotes en V delanteros y de espalda.
Más adelante se dio inicio a la pasarela auspiciada por la revista Hola, y quien dio inicio a esta pasada fue la diseñadora Bettina Spitz. La diseñadora sorprendió con una propuesta diferente. De hecho, la bogotana manifestó que en cuanto supo que el Cali exposhow sería en las instalaciones de la Base Aérea de Cali quiso realizar una colección inspirada en la aviación antigua y en Amelia Earhart, primer mujer piloto.
Volar, como se titula esta colección, juega con una amplia paleta de colores que van desde el verde militar, ocre, rojo, crudos hasta el rosa Dior y verde agua, pasando por estampados exclusivos de mapas y el retrato de la misma musa inspiradora. En cuanto a la silueta, Bettina fue fiel a su estilo acercando una moda cómoda y versátil.
El hit: un saco de paño crudo con la espalda estampada con el rostro de Amelia Earhart.
Después tuvo lugar el talentoso Christian Colorado, quien viene de presentarse en la semana de la moda de New York con su colección titulada HRTBRK, que definió como una catarsis que necesitaba manifestar. Los colores que predominaban eran el blanco, rojo, negro y metalizado, los cuales representan las fases del amor —desde el enamoramiento hasta culminar con el corazón roto—.
Christian, quien es egresado del Sena del barrio Bosa de la capital, nos sigue sorprendiendo con sus looks andróginos y extravagantes. Además, es un fiel representante de las minorías, como él dice, que quieren pertenecer al mundo de la moda.
Y para cerrar, la culminación del día estuvo auspiciada por RCN TV. Ahí Somos Pacífico acompañó nada más ni nada menos que a la diseñadora y cantante Lía Samantha, que presentó su colección Selva Negra, inspirada en la cultura del pacífico colombiano.
Su mera presencia en la pasarela en el rol de cantante contagió al público presente con la alegría de la música del pacífico, acompañando así perfectamente cada uno de sus excéntricos diseños.
Por otro lado, a la paleta de colores a la que nos tiene acostumbrados —amarillos, rojos y verdes— se sumaron estampados de frutas y otros que parecían hacer referencia a La Wiphala (la bandera de los pueblos originarios). Cabe anotar que el complemento perfecto para sus prendas eran sus accesorios, cestas tejidas, pulseras en hilo y anillos muy divertidos de frutas.
Al cerrar el desfile, Lía abandono el micrófono y fue a buscar a un ejército de mujeres afrodescendientes que salieron a la pasarela junto a ella a hacer el saludo oficial. No hemos tenido la posibilidad de charlar con ella, pero imaginamos que es su equipo de trabajo, quienes ayudan a realizar esos peinados y tocados que completan el look de la moda afro que nos regala Lía Samantha.