Colombia tiene muchos problemas que resolver. El primero aprender a trabajar en equipo por el bien de todos, eso genera solidaridad, fraternidad, amabilidad, sinergias, crecimiento del pastel para repartir entre todos, etc.
No se ve un líder que nos convoque para ello. Seguimos con las prácticas politiqueras de grupos que se quieren apropiar del pastel burocrático y de los recursos del estado para sus arcas personales.
¿No ha sido suficiente? Hemos visto a través de los años la corrupción y la violencia que ha generado. Como puede nuestra sociedad cambiar de rumbo hacia el desarrollo y el respeto de las personas. Como integrar la experiencia de los mayores con el ímpetu de los jóvenes para resolver de fondo nuestros problemas y no maquillarlos o aplazarlos más.
Crear equipos por temas, que propongan planes viables para ser ejecutados y que tengan un control claro de avance, recursos y objetivos.
Se supone que nuestras instituciones y el sector privado deben hacer eso, para eso existen. ¿Entonces qué pasa con nosotros?
¿Falta que votemos mejor? Primero debemos dejar la pereza y votar. La indiferencia electoral ha llevado al país por malos rumbos. Con pocos votos se han elegido a una casta de políticos que nos ha llevado a la deriva. Si no hay buenos candidatos hay que votar en blanco para darles la oportunidad a personas que lo pueden hacer mejor.
Me aterra que sigamos en lo mismo. Los mismos políticos de siempre planteando una contienda electoral entre ellos mismos donde no caben las personas decentes, las que buscan el bien común y que cuentan con capacidad de gestión.