“Estoy segura de que se va a acelerar nuestro aprendizaje”, con estas palabras, la ministra de educación, Gina Parody, en entrevista con Blu Radio, explica la pertinencia que tiene la implementación del modelo de enseñanza de Singapur en nuestro país. Podríamos preguntar, en primera instancia, qué entiende por "acelerar nuestro aprendizaje", sin embargo, cuestionar esta expresión, que deja ver claramente su ignorancia frente al ámbito educativo, no es el propósito del presente texto. Nos preguntamos, más bien, por las implicaciones que tiene la importación de un modelo educativo de un país que, desde ningún punto de vista, guarda similitud alguna con el nuestro. En este sentido, advertimos dos implicaciones que suponen el debilitamiento de la educación como garante de la transformación social, a saber: la pérdida de autonomía de las instituciones educativas y, en consecuencia, la despedagogización de la educación, como lo señala Marco Raúl Mejía, educador popular antioqueño.
Pérdida de la autonomía de las instituciones educativas. La Constitución de 1991 es culminación y apertura de un proceso de descentralización que tenía como objetivo la conquista de una mayor autonomía institucional en aras de definir Proyectos Educativos Institucionales, PEI, adecuados para el contexto en donde pretendían insertarse, asimismo, la descentralización abría la posibilidad de articular el PEI y el diseño curricular (aspecto que define, en gran medida, la calidad de la educación). La implementación de un modelo de enseñanza extranjero se opone a dicha autonomía y, de este modo, limita la labor docente a la simple ejecución mecánica de consideraciones que se alejan de nuestras realidades. Este modelo, como bien pontifica la ministra, "“establece qué tienen que aprender los niños en cada uno de los cursos y le da todas las herramientas a los profesores que, finalmente, son ellos los que permiten toda esa transformación en el aula de clases”, en consecuencia, tanto directivos como maestros, pierden protagonismo en la consolidación de procesos de enseñanza-aprendizaje que respondan a las potencialidades de sus estudiantes.
La despedagogización de la educación: un modelo de enseñanza que define "herramientas" para que los profesores dirijan sus sesiones de clase, es un modelo que insiste en la tecnificación de la profesión docente, en otras palabras, lo que se busca, con una importación de esta naturaleza, es conseguir que cualquier profesional sea capaz de hacer uso de dichas herramientas y excluir, de esta manera, la formación pedagógica como requisito fundamental para ejercer la profesión magisterial. Así, la educación pierde su proyección ética y política y se convierte en una reproducción masiva de estrategias que solo son determinadas por los intereses de la banca internacional.
El nuevo período presidencial de Juan Manuel Santos llegó con la promesa de una Colombia más y mejor educada, su horizonte es sobresalir en la región como el país con mejor nivel educativo. Una vez más se nos plantea la necesidad de preguntarnos por la calidad, por la pertinencia y por la transformación.
