Por andar pendientes de Cristiano Ronaldo, el Barcelona, la Liga Inglesa o de un mundial que aún no comienza, o porque para los medios nacionales los demás deportes fuera del fútbol y el ciclismo (cuando es en Europa) no son tan importantes, nos hemos perdido de disfrutar una de las gestas más hermosas de nuestro deporte luego de los Olímpicos de Río. Ver a Colombia disputarle a Brasil medalla a medalla hasta derrotarlo en los Juegos de Cochabamba fue sobrecogedor, emocionante hasta las lágrimas. Vean ustedes mismos:
Como bien lo dice Clara Luz Roldán, directora de Coldeportes, estamos frente a una generación histórica de deportistas, ya no solo son Mariana, Caterine, Óscar Figueroa o Yuberjén. Hay una nueva camada cogiendo pista y que se ha reflejado en que el país ganó de lejos los Bolivarianos de Santa Marta con récord de medallas y ahora derrotó a Brasil en los Suramericanos de Cochabamba.
Lo que a mí francamente me molesta es la poca atención que los medios nacionales le dan a los demás deportes y en concreto a la participación de Colombia en este importante evento, todo se limitó a notas cortas de algunos segundos. Mientras las muchachas de básquet o voleibol se ganaban el oro, aquí era más noticia que Maradona visitaba a un médico en Cali o los noticieros del mediodía en lugar de mostrar a las deportistas galardonadas estaban ocupado en los habituales 15 minutos (¡15 minutos!) de atracos callejeros, lo que da más rating.
En Colombia Miguel Rodríguez gana el Allam British, el “Wimbledon” del squash, se ubica sexto del mundo, el mayor triunfo del deporte de raquetas en Colombia y no fue portada, no abrió los noticieros, ni siquiera salió en la primera página de los periódicos. Lo mismo pasa por ejemplo con Sara López que es la actual número uno de tiro con arco y casi nadie lo sabe porque no ha sido la gran noticia que en realidad es.
Y ni hablemos de la selección de patinaje de carreras. Estos muchachos llevan 8 años seguidos ganando el mundial de patinaje, quizá el mayor logro en toda la historia del deporte colombiano, hecho que se merece todo el despliegue mediático que no ha tenido en los últimos años.
Ahora bien, si al deporte convencional le paran pocas bolas, ¿qué será del deporte paralímpico? Pues supongo que no saben quién es Mauricio Valencia, un vallecaucano que obtuvo la homologación de su récord mundial de lanzamiento de jabalina sentado sobre una silla de ruedas. Apenas un medio nacional registró el hecho.
ATENCIÓN! #ÚltimaHoraParalímpica
Homologado récord mundial de Mauricio Valencia en los Abiertos Nacionales de Cali 2018.
Valencia puso un registro de 38.23 en el lanzamiento de jabalina.https://t.co/FeodqSjMH8@Julio_Avila12 @Craigoza @davico_34 @Paralympics @Coldeportes pic.twitter.com/l8qsL0TKJN
— ComitéParalímpicoCOL (@COLParalimpico) 5 de junio de 2018
Es importante que los medios del país le den mayor espacio a los demás deportes, que los vuelvan noticia, que le den mayor espacio estas maravillosas buenas nuevas, es importante porque así el deporte se pone de moda, se crea más afición y si hay aficiones más numerosas el sector privado podrá invertir más. Esto sin dejar de mencionar que el presupuesto público del deporte pese que ha sido triplicado, sigue siendo bajo en comparación con otros rubros, de ahí la importancia de que se cree el Ministerio del Deporte.
En este punto, de España hay mucho que aprender, allá el fútbol también ocupa los primeros lugares de sintonía pero allá también el país se paraliza cuando juega Nadal, cuando compite la selección de básquet con los hermanos Gasol o cuando disputan una medalla de canotaje o con el fútbol de mujeres.
En honor a la verdad y para ser justos, hay que decir que sí se nota el esfuerzo en algunos medios por ampliar la cobertura deportiva sobre todo en un medio impreso nacional, Señal Colombia y los canales regionales. Sí se se está avanzando, pero aún falta mucho por recorrer.
Si estos logros mundiales y continentales tuvieran la relevancia que en en realidad merecen no me cabe duda que el país sería más alegre y menos pesimista. El país necesita buenas noticias y el deporte las está dando, ¡y muchas! En un país plagado de corrupción, polémicas y malas noticias todos los días, estamos privando a las audiencias nacionales de hechos maravillosos que producen orgullo y optimismo. Difundir ampliamente el deporte es también un asunto de responsabilidad social.
