Cuando Kant publicó en 1784 el libro ¿Qué es la ilustración? manifestaba en una de sus tesis que el hombre experimentaba una minoría de edad cuando era incapaz de servirse de su propio entendimiento sin la dirección de otra persona. Así mismo, afirmaba que el hombre era culpable de esta condición al no tener el valor de servirse de su propio pensamiento por tener miedo y pereza, por lo que consideró que la única alternativa para salir de esta etapa era la ilustración.
Si leemos lo anterior, a la luz de la coyuntura que vive el país a causa del paro que se inició el 21 de noviembre contra el gobierno Duque, se vislumbra cómo la ciudadanía colombiana movida por su inconformismo e indignación por las reformas del gobierno participa masivamente en una movilización sin precedentes, donde las clases sociales convergen en una lucha por la dignidad de la nación colombiana.
Es aquí donde se puede contemplar cómo el ciudadano colombiano experimenta la ilustración siendo este un momento único y feliz, pues la mayoría de edad surge en él al valerse de su propio entendimiento para salir a las calles y luchar por la dignidad y el bienestar común. Ya no existe el miedo que engendró la violencia y los actores políticos, la pereza de no participar del ejercicio de la política y la indiferenci por la gente que sufre en la ciudad y las regiones, por el contrario, en él está el coraje y el valor por luchar por la paz y la justicia social.
Su razón pública le ha hecho entender que él tiene el poder no solamente de salir de su minoría de edad, sino también el poder suficiente para conocer su país y generar cambios sociales desde su actuar político. Las marchas y los cacerolazos son la evidencia de esto.
Hoy la modernidad política se abre en la nación colombiana y se constituye en la ciudadanía un sujeto político activo que construye democracia desde la protesta y las luchas sociales. En la ciudadanía que marcha durante el día y la noche se observa con orgullo los frutos de una cosecha que se sembró en 1991, en donde los hijos de esta carta política y las generaciones que creen en la constitución han crecido y hoy alcanzan la mayoría de edad.
Hoy, al ser el quinto día de este paro, con más fuerza debemos salir a las calles, protestar y manifestar nuestro inconformismo pacíficamente, pues en las manos de todos los ciudadanos que marchamos están los caminos que conducirán a Colombia a consolidar la paz, la justicia social y la dignidad humana.