Colombia está criando engendros que roban, violan y hasta matan a sus mujeres

Colombia está criando engendros que roban, violan y hasta matan a sus mujeres

"Estamos en un país machista por excelencia, donde las leyes para nuestros niños, jóvenes y adolescentes son laxas y proteccionistas"

Por: Leonel Uriel Alzate Herrera
abril 30, 2019
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Colombia está criando engendros que roban, violan y hasta matan a sus mujeres

Uno creería que estamos ya lejos de esa Colombia de mediados del siglo pasado, tiempo en que la mujer dentro de la sociedad era era vista como poco menos que un objeto. Pero no... Resulta que aquí nos volvimos gente que parece evocar con nostalgia a la santa inquisición.

El caso de la policía chilena asesinada en los últimos días en nuestro país —crimen horrendo, cometido por un colombiano— demuestra que la mujer en pleno siglo XXI sigue llevando la peor parte en el hogar y también en nuestra sociedad.

Sin embargo, hay que ir a la raíz del mal y entender que el caso de Ilse Amory Ojeda, la mujer de nacionalidad chilena que desapareció en nuestro país y que luego fue hallada asesinada e incinerada, es el resultado de esa maldita cultura machista que nos ha marcado desde siempre.

¿Cómo pretender que nuestros hijos sean príncipes azules para sus esposas cuando en la casa no les hemos enseñado a respetar ni a su mamá, ni a sus hermanas, tías, o compañeritas de clase?

¿Cómo carajos es que a las niñas en la casa les seguimos regalando estufitas de juguete y luego relegándoles los oficios domésticos, mientras que al niño le regalamos pistolas y carritos, y nos parece hasta pecado enseñarle a cocinar, o lavar la ropa, porque en el fondo, lo único que nos preocupa es que "ojalá el muchachito no nos vaya a salir marica"?

¿Cómo es que un niño de escasos meses o años de nacido puede hasta golpear a su mamá y a nosotros nos parece "inquieto el niño" y no le decimos nada, mucho menos en público porque qué dirá la gente si nos ve regañar o castigar a nuestros hijos?

Esos "chinitos mal criados" que no obedecen a reglas porque no se les ha implantado disciplina desde el hogar (ustedes dirán que yo exagero), pero créanme que no. Esos huevoncitos a los que les celebramos todo, incluso que sean groseros con sus tías, primas o hasta con su propia mamá, y nada les decimos porque "pobrecito el niño" pues son los futuros borrachos, adictos a las drogas, maltratadores, violadores y hasta feminicidas del mañana, porque para ellos la mujer vale mierda, y eso créanme lo aprenden desde su casa.

Súmele a esto que estamos en un país machista por excelencia, donde las leyes para nuestros niños, jóvenes y adolescentes son laxas y proteccionistas. Esto ensombrece el panorama porque somos una sociedad donde los padres de familia y maestros, incluso, la misma Policía de Infancia están maniatada para reprender a nuestros niños, estos hombres del mañana que desde ya son, gracias a la ausencia de autoridad y ejemplo, candidatos a suceder a Rafael Uribe Noguera, a Garavito, y a tanto hijo de puta que desde siempre le ha hecho daño a nuestras mujeres y niños.

Aquí la Defensoría del Pueblo, el Bienestar Familiar y hasta la Policía de Infancia son entes reaccionarios que nunca están en el momento indicado; casi siempre aparecen cuando ya la tragedia ocurre, y entonces solo queda rasgarnos las vestiduras, y pedir cadena perpetua cada que ocurren estas infamias, pero uno no les ve que hagan verdaderas campañas educativas y preventivas en este sentido.

Ni qué decir de nosotros los padres, machistas aunque nos las demos de modernos, porque en la calle somos el putas, pero en casa jamás damos ejemplo a nuestros hijos varones, ni le damos la debida importancia a nuestras hijas mujeres, que, per se, ya llevan a cuestas la carga de parir y criar los hijos solas, porque el señor que debe dar ejemplo en la casa nunca está o está borracho cascando a la mujer delante de sus hijos.

El caso de la policía chilena asesinada por su novio en Colombia no es aislado, es por el contrario la triste radiografía de un país que hasta hoy está enfermo de odio y por eso muchos acaban criando engendros que luego roban, violan y hasta matan mujeres.

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