¿Realmente es nuestro país laico?
A la luz de la verdad, aún se celebran festividades propias de la Iglesia católica; sin embargo, la Constitución Política establece la igualdad para todas las manifestaciones religiosas.
Los intereses que subyacen en esta curiosa realidad están relacionados con el crecimiento de las demás organizaciones religiosas que aprovechan al máximo los espacios para convocar, especialmente los lunes festivos, a sus fieles y crecer bajo la sombra de una costumbre que les favorece.
También se benefician las grandes superficies que, incentivando el consumismo, ven crecer sus interese económicos... ¿Cuántas empresas o marcas propias cierran en puentes festivos?
Los promotores turísticos se benefician de estas celebraciones ofertando paquetes con anticipación y encuentran en sus potenciales clientes el mejor modo de relax antiestrés...
País laico... plegado a las celebraciones religiosas que, a pesar de ser importantes para un grupo religioso, impactan en muchas esferas económicas... ¿Para bien y para mal?