Puede sonar un poco fuerte pero la realidad no se puede maquillar.
El criterio en que me baso es en la posesión de títulos mundiales. En ese aspecto es claro que tanto Brasil, Argentina y Uruguay son los reyes con copas del mundo, medallas olímpicas de oro y copa Confederaciones.
Luego vendrían aquellas federaciones que obtuvieron oro en los Juegos Olimpicos de la Juventud. En la edición del 2010 Bolivia la obtuvo en fútbol masculino y Chile en el femenino.
En la edición de Naikin 2014, Perú obtiene la presea dorada. Ante la ausencia de un mundial sub-15 por parte de la FIFA, el certamen olímpico adquiere un atributo mayor. Además hay que considerar la medalla de bronce de Chile en los Juegos Olimpicos de Sidney 2000 y su tercer lugar en el mundial de FIFA de 1962.
Entonces serían 4 selecciones que no tuvieron ningún título mundial: Paraguay, Ecuador, Venezuela y Colombia. Pero a partir de aquí se mirarán las participaciones y podios.
Paraguay obtuvo medalla de plata en fútbol masculino de mayores en los Juegos Olimpicos de Atenas 2004. Venezuela, aunque a muchos le sorprendan, tiene mejor participación que Colombia porque tiene un segundo lugar en el mundial sub 20 del 2017 y una medalla de plata en fútbol femenino de los J.J.O.O. de la Juventud en Nankin 2014.
Por último quedan Colombia y Ecuador que ambos tienen un tercer lugar en un mundial sub-20 (Colombia en 2003 y Ecuador en 2019), quedando como las peores federaciones sudamericanas.
Sin embargo, Colombia logra superar a Ecuador por el segundo lugar del mundial sub-17 de fútbol femenino en India 2022. Por eso Colombia es casi la peor selección de Sudamérica.
Este artículo no lo quise hacer con ánimos de ofender a nuestros jugadores y jugadoras. Es para demandar a la Federación Colombia de Fútbol una mejor gestión histórica, una mejor intervención del Ministerio del Deporte así como del Estado mismo y una invitación al sector privado a aportar en las selecciones, ya que lastimosamente en fútbol no ganan los mejores sino los que mas porcentaje del PIB aportan al fútbol.
Sólo con esa seguridad económica Colombia podrá creer en que si es posible ganar a las potencias futbolistas y que si se merecen ganar un trofeo mundial.