Colombia se convirtió en el país más azotado por el crimen en todo el continente americano, seguido por México, Honduras, Paraguay y Panamá. Con una calificación de 9,5 sobre 10 en el tráfico de cocaína, es el país que más la exporta al resto del mundo. Según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en Colombia al 2020 habían 143.000 hectáreas de coca sembradas en todo el país. Estos cultivos, controlados principalmente por carteles, disidencias de las Farc y Clan del Golfo, son el principal motor de las redes criminales. Sus tentáculos se extienden por casi todo el país.
También resalta en crímenes sobre recursos no renovables, que incluyen minería ilegal, con un puntaje de 9 y en el tema de tráfico de armas y de cannabis obtuvo una calificación de 8 puntos en cada uno. Según el informe ‘Explotación de oro de aluvión. Evidencias a partir de percepción remota 2020’, elaborado por UNODC con apoyo de la Embajada de Estados Unidos en Colombia y el Ministerio de Minas y Energía— revela que el 69 % del oro explotado en tierra, sin tener en cuenta el extraído de minas subterráneas, es de origen ilícito.
Este índice, desarrollado por la Iniciativa Global Contra la Delincuencia Organizada Transnacional (GI-TOC por sus siglas en inglés), evalúa los niveles de criminalidad y resiliencia en los 193 estados miembros de la ONU. Lo pondera de acuerdo con dos métricas: según su criminalidad y según su resiliencia al crimen organizado. En ambos casos, el índice los califica con una puntuación de 1 a 10. Con el 9.5 Colombia se ubicó como el segundo país más afectado del mundo, solo por detrás de República del Congo.
La violencia contra los civiles, defensores derechos humanos, activistas ambientales y periodistas abunda en todo el continente y Colombia lleva la delantera: al estallar la pandemia, 28 activistas fueron asesinados en el espacio de apenas unos meses. En Colombia defender la vida, defender la naturaleza y levantar la voz contra la violencia es sinónimo de muerte. El país sigue siendo el más peligroso para los defensores ambientales, como lo corrobora el informe de Global Witness, que fija en 227 defensores ambientales asesinados en el mundo durante el 2020. Solo en los primeros 15 días mataron a 20 líderes en todo el país, aunque la violencia se ha concentrado principalmente en el suroccidente colombiano. De los 65 líderes ambientales asesinados, 41 trabajaban en la protección de la tierra; 18 casos eran dinamizadores de los programas de sustitución de cultivos ilícitos; tres de ellos eran activistas opositores a la agroindustria; y otros tres que eran opositores de industrias mineras y extractivas. Cauca, con 20 homicidios, fue la zona más peligrosa, seguida de Chocó, con ocho, y Norte de Santander, con siete.
RANKING
1. Congo, Dem. Reps.
2. Colombia
3. Myanmar
4. México
5. NigeriA
6. Irán
7. Afghanistan
8. Iraq
9. Central African Republic
10. Honduras
Con la prostitución legalizada en Bogotá, Colombia tiene redes domésticas que alimentan a la capital con personas de todo el país, por lo que la trata de personas es uno de los delitos más comunes en el país.
Otro de los datos que arrojó el informe es que los estados costeros tienen el puntaje promedio de criminalidad más alto y Colombia cae ahí: el acceso al comercio y la infraestructura marítima internacional conlleva a que el comercio ilícito use las mismas rutas de suministro que el comercio legal mundial para traficar drogas o la pesca ilegal.
Como si fuera poco, otro de los factores es el mercado ilegal de armas en Colombia, el cuál según el estudio, es el resultado de los grupos como las guerrillas, los paramilitares ‘pro-gobierno’ y diversas redes delictivas. Además de resaltar que el Eln está creciendo por la importación de armas con la asistencia de redes internacionales.