Que la perspectiva del Banco Mundial sobre el crecimiento para este año no haya tenido grandes cambios frente al reporte de enero es un lujo que puede darse América Latina y el Caribe en promedio. Pero no sucede así si se observa cada país en particular.
Países como Perú, Chile y, sobre todo, México, sí vieron reducidas sus previsiones para este año por el organismo multilateral, que además pintó un panorama sombrío para la economía global y ya no espera un crecimiento del 4,1% en 2022, sino del 2,9%.
Otras naciones de la región son vistas con ojos más optimistas: Colombia, Argentina, Bolivia, Ecuador y Brasil alcanzarían crecimientos superiores a los que se esperaban en enero, cuando el Banco Mundial lanzó su anterior reporte sin indicios de que Rusia invadiría Ucrania.
Sin embargo, una caída de las exportaciones, unida a la debilidad de la demanda interna, podría llevar a algunas de las grandes economías de la región a la recesión, según el informe.
[ÚLTIMO MOMENTO] Se prevé que el crecimiento mundial descienda del 5,7 % en 2021 al 2,9 % en 2022, un porcentaje considerablemente menor que el 4,1 % que se anticipó en enero: https://t.co/ucHTgbrEiJ#WBGEP2022 pic.twitter.com/YwZzJ5mjUV
— Banco Mundial (@BancoMundial) June 7, 2022
México, el país en el que el Banco Mundial más bajó su previsión
El principal riesgo que el Banco Mundial señaló para Latinoamérica y el Caribe fue un posible impacto en las exportaciones y de la inversión a causa de la caída del crecimiento en el resto del mundo.
Los temores provienen especialmente de países como China (principal destino comercial de los productos suramericanos) y Estados Unidos (con estrechos vínculos con las economías mexicana y centroamericanas).
En enero de este año, el organismo esperaba que la economía de México creciera 3%, pero ahora bajó su proyección a 1,7% en 2022 y 1,9% en 2023, “a medida que las políticas monetarias más restrictivas, la alta inflación, la incertidumbre política y la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos tienen repercusiones en la economía”.
Así mismo, se espera que la economía de Brasil crezca 1,5% en 2022 y que Argentina lo haga en 4,5%, aunque con los ojos puestos en la rápida aceleración de la inflación.
El Banco Mundial redujo significativamente, la previsión del crecimiento económico regional para 2023, que en enero había situado en el 2,7% y ahora en 1,9%.
La guerra en Ucrania es una de las principales amenazas para las economías latinoamericanas, dada su dependencia de los fertilizantes rusos y bielorrusos para el campo, por lo que una hipotética situación de escasez de fertilizantes empeoraría las cosechas, aumentaría el precio de los alimentos y dispararía la pobreza.