A pocos días de las consultas presidenciales, 15 precandidatos están agrupados en las tres coaliciones (Pacto Histórico, Coalición de la Esperanza y Equipo por Colombia) y 4 más que no se someterían a consulta.
De estas tres coaliciones, según las encuestas, la que más apoyos tiene es el Pacto Histórico, y, de este, los precandidatos con mejor aceptación son Gustavo Petro y Francia Márquez.
Por una parte, Petro viene punteando en todas las encuestas como el favorito para ocupar el cargo de presidente de Colombia, lo que garantiza que será el candidato del Pacto.
Por otra, las encuestas indican, de igual manera, que la segunda persona más votada en el Pacto sería Francia Márquez. Pero no solo eso, Francia viene participando en diferentes foros que la proyectan como una política con una carrera brillante.
Creció en medio de múltiples carencias y las dificultades que tiene que soportar por pertenecer a un grupo étnico que históricamente ha sido segregado.
Nacida en el corregimiento de Yolombó, en el municipio de Suárez, una comunidad afrodescendiente. Tuvo que dejar de ser una adolescente inquieta para convertirse en madre cabeza de familia, cuando un mestizo la ilusionó dejándola embarazada a la edad de 16 años y luego desapareció. Para ese tiempo le habían insinuado que había que mejorar la raza relacionándose con un “blanco”.
Pasó momentos difíciles, como cuando tuvo que desempeñarse como empleada del servicio doméstico, con unos ingresos precarios que hacían difíciles sus condiciones de vida.
No obstante, su determinación le permite continuar adelante con todo el entusiasmo, decidiendo estudiar derecho a pesar de la precariedad. Se tituló como abogada en la Universidad Santiago de Cali.
Como líder social emprendió una lucha para proteger las fuentes hídricas y, en particular, el río Ovejas, que se quería cambiar su cauce para construir la represa Salvajina, y su impacto sobre la comunidad.
También lideró una lucha en contra de la minería ilegal con la pretensión de conservar los suelos para los cultivos que producen comida.
Se contabilizaron más de doscientas máquinas empleadas en la extracción minera de manera ilegal en la zona, y más de dos mil en todo el departamento del Cauca.
Estas actuaciones en favor de la naturaleza, con grandes beneficios para su comunidad, le valió para ganarse el Premio Medioambiental Goldman, que es como un Premio Nobel en medio ambiente.
Eso hizo que una persona conocida apenas en su pequeño pueblo y las comunidades de su entorno, fuera conocida en el contexto nacional e internacional, y con ello vinieron las invitaciones a varios países para conferencias, congresos y entrevistas.
Francia Márquez tiene el espíritu que le da su trayectoria de lucha, y como ella misma lo afirma, tiene en su haber un historial de más de 500 años de lucha por sobrevivir, cuando los conquistadores españoles esclavizaron a sus ancestros africanos.
De ello quedan las evidencias físicas, y su mismo pueblo, al ser un lugar de concentración de población negra, con los apellidos Carabalí, Lucumí, Klinger, Mina, denotan esa raigambre de un pueblo que no se deja morir.
Por su liderazgo en la lucha contra la minería ilegal, que contamina el agua y destruye los suelos, Francia ha sufrido múltiples amenazas y el destierro.
Ya es tiempo que Colombia le brinde una oportunidad a las mujeres en el primer cargo del país. Ya es tiempo que le demos la oportunidad a las negritudes, como lo hizo Estados Unidos con Obama o más recientemente con la elección de Kamala Harris como vicepresidenta, la primera mujer en ocupar esa alta distinción y la primera afroasiática.
Es por ello que vemos oportuno que el pueblo colombiano se fije en estas condiciones a la hora de dar el voto en la consulta presidencial, y, luego, en la elección para presidente. Si bien las encuestas indican que aún no estamos en la madurez debida, apoyemos a una mujer con el temple y la cordura de Francia Márquez.
