En mi última columna del domingo pasado manifesté mi gran duda acerca de la tal consulta que se vota hoy, y para ello me basaba en que hay cientos de normas contra decenas de delitos y nada sacamos expidiendo siete nuevas (en caso de…) si los órganos de control: Contraloría, Procuraduría y Fiscalía en compañía con las fuerzas del orden y los jueces, no tienen como premisa fundamental en su actividad luchar en forma frentera y decidida contra la corrupción y velar para que los dineros públicos se destinen al bienestar de la población y solo ello.
Y oh sorpresa, acaba de ser designado como contralor un señor cuyo nombre no me interesa y solo me interesa conocer su trayectoria pública que se resume aquí en pocas palabras:
Un personaje que comenzó su trayectoria como auditor general de la República, para después actuar como vicecontralor general, director nacional de no sé qué programa anticontrabando de la Federación Nacional de Departamentos, contralor delegado para la participación ciudadana (?) , director de promoción y desarrollo del control ciudadano de la misma contraloría general de la república y para colmo contralor general encargado.
Un tipo que ha estado todo el gobierno de Santos (y pá atrás también) “controlando” el gasto público, cuando con Santos el país cayó a niveles inauditos de corrupción y físico robo del dinero público.
Creer o no creer, he ahí el dilema. Y yo no creo.
Y hablando de…
Y hablando del sueldo de los congresistas, una invitación a todos aquellos muy pocos que apoyan la rebaja de sueldos, que es escandalosamente alta, y es por qué no destinan la mitad de su abultado sueldo bajo la veeduría de un tercero a entidades privadas y sin ánimo de lucro (que hay muchas) que tengan como fin la ayuda a los más necesitados.
Palabras hueras, pero algo suenan.
