En las últimas semanas se ha desatado una pequeña tormenta que, si bien ha sido divulgada tímidamente en algunos medios, ha pasado desapercibida para la sociedad colombiana en general. Se trata del programa Es Tiempo de Volver de Colciencias. A pesar de las buenas intenciones este programa ha sido un dolor de cabeza para los beneficiarios, entre los cuales me incluyo. Incluso desde que salió la convocatoria oficial empezaron los inconvenientes, ya sea porque los términos de la convocatoria no se entendían o porque no daban toda la información necesaria.
Ahora, cuando ya hemos sido escogidos los beneficiarios, los problemas están lejos de acabarse. Pero no quiero centrarme en repetir lo que ya se ha publicado en varios medios (incluyendo este mismo) por varios compañeros que también son beneficiarios. Me quiero referir a lo que, a mi juicio personal, considero que es la génesis de todo el problema. Y es que el programa Es Tiempo de Volver fue diseñado mal desde el principio. ¿Por qué? Porque no fue diseñado por científicos, o mejor, no contaron con la opinión de personas con experiencia involucradas en ciencia y en programas parecidos, sino por funcionarios estatales que, aun con buenas intenciones no tienen experiencia en programas de Ciencia y Tecnología (no quiero decir con esto que no se necesitaban otros profesionales, como abogados o los expertos en finanzas). Esto básicamente porque Colciencias, en vez de ser una entidad con gente con competencias idóneas en Ciencia y Tecnología, ha sido entregada a partidos políticos para que la gestionen.
El problema de la politización de Colciencias no es de ahora, viene de algunos años atrás. Recordemos que en 2012 Jaime Restrepo Cuartas presentó su renuncia luego de que el gobierno Santos no cumpliera su “promesa” de aumentar el presupuesto de la entidad (véase http://www.semana.com/economia/articulo/no-existe-respaldo-real-del-gobierno-colciencias/260771-3). Luego llegaron Carlos Fonseca, Paula Marcela Arias, y ahora Yaneth Giha. Este vaivén de directores causó en su momento molestia en la comunidad científica colombiana (ver http://www.elespectador.com/noticias/educacion/colciencias-otra-vez-cambia-de-director-articulo-429957). Recordemos también que la anterior directora, bajo la cual se lanzó el programa Es Tiempo de Volver, se hizo tristemente famosa después de una entrevista que ofreció a El Colombiano en la cual no daba un peso por la diáspora científica colombiana y se refería a nosotros de manera despectiva (ver http://www.elcolombiano.com/historico/faltan_mas_y_mejores_cientificos-HCEC_257189). Algún día, pensando para mí mismo, me decía que el programa Es Tiempo de Volver se lo habían inventado con prisa, precisamente para calmar la avalancha de críticas hacia Arias y Colciencias por parte de la diáspora científica colombiana y aquellos que están en Colombia por aquella entrevista.
Por otro lado, la actual directora, Giha, deja mucho que desear en cuanto a su interés por resolver los problemas de los beneficiarios que volvieron a Colombia el año pasado pensando que todo se daría en los tiempos prometidos por Colciencias. Personalmente, no dudo de la excelente formación de cada uno de los directores que han pasado por Colciencias, ni del hecho que tengan una buena hoja de vida, pero lo que necesita Colciencias es dejar de ser un botín burocrático a merced de un partido político, sea cual sea, y convertirse en un departamento administrativo digno de competir con sus homólogos en Latinoamérica, y por qué no, con el resto del mundo.
Pero para eso se necesita que el Presidente entienda que entidades como Colciencias necesitan directores con experiencia en la academia e investigación, con las correctas y necesarias competencias y comprometidos con la institución y en sacar adelante los programas de Ciencia y Tecnología. El programa Es Tiempo de Volver tiene muchas cosas positivas, y creo que si se mantiene será un programa élite en Colombia para repatriar a esas personas que pueden hacer tanto por el país. Sin embargo, la mala gestión y planeación ha opacado sus bondades, y se necesita dar un giro en la dirección correcta para sobrepasar este obstáculo. El balón ahora está en la cancha de Colciencias y de su gestión dependerá que los científicos colombianos en el exterior mantengan la esperanza de algún día retornar a Colombia a enseñar e investigar y a aportarle a país lo necesario para hacerlo un mejor para las generaciones futuras.
Francisco Núñez Zarur PhD
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