Las lesiones de rodilla durante su carrera fueron tan fuertes que hoy a sus 52 años el ídolo de la selección y del Parma tiene dificultades para caminar y está lejos de ser la estrella del pasado. Aunque hace ejercicio en sus ratos libres cuando no está en el set de grabación de ESPN trabajando como comentarista deportivo, hace ejercicio intentando mantener la figura que lo catapultó en la cima hace 25 años. Es inútil, con gran dificultad sólo puede hacer ejercicios de brazos.
Asprilla está pagando caro los excesos que cometió como jugador de fútbol. Excesos que no tienen nada que ver con las rumbas que se pudo haber pegado o no sino con el tratamiento de las lesiones. Es que Asprilla, en su época de gloria, se infiltró en más de una ocasión para poder jugar partidos vitales. Siempre sufrió de la rodilla y sus médicos le aconsejaban operarse para que no pudiera tener problemas físicos a posteriori. Sin embargo, si se hubiera operado, se hubiera perdido finales. Las continuas inyecciones fueron deteriorando cartílagos cruciales y por eso Asprilla ha venido perdiendo movilidad. Por eso se retiró a los 34 años.
A partir de allí el Tino se ha venido sometiendo a intensas recuperaciones de fisioterapia por eso requiere ir constantemente al gimnasio. Uno de los que más frecuenta es el Bodytech del Salitre. Allí estuvo el pasado martes 10 de mayo en horas de la noche. Como es un ídolo colombiano las personas rodeaban al ídolo del Parma y le pedían autógrafos y fotos y, reticente, Asprilla les hizo mala cara y ni siquiera respondió el saludo efusivo de uno de los muchachos que quiso estrecharle la mano: ahí lo dejó, con la mano estirada. Al final, sólo cuando se estaba yendo del lugar, accedió a ser el protagonista de varias selfies, sin tener el buen humor que caracteriza sus intervenciones en el programa de análisis de ESPN en el que aparece cada lunes a las nueve de la noche.