Las 32 Corporaciones Autónomas Regionales desde la reforma del SINA con la ley 99 de 1993 no han estado exentas de los escándalos de corrupción, clientelismo, excesivas cargas burocráticas y maniobras oscuras. Instituciones que desde su origen han tenido misiones administrativas diferentes, en materia de políticas de desarrollo regional y entre ellas de juez y parte en la política ambiental.
Más allá de estos señalamientos que empañan el buen gobierno de algunas de ellas, han tenido logros y avances importantes. Una de las que ofrece un buen balance es la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Chocó, era una de las corporaciones que requirió hace cuatros años de un cambio estructural frente a los alarmante niveles destrucción de las Cuencas hidrográficas y de los ecosistema por la minería en el Chocó. En balance que se hace después de la elección como Director General del Ingeniero Agrónomo Teófilo Cuesta Borja, es de un buen balance, en medio en cuanto a las mitigaciones en los deterioros ambientales en el Chocó.
Una de sus grandes prioridades que tenido Cuesta Borja, frente a la dirección del Codechocó, ha sido su lucha en contra de la minería ilegal con la puerta en marcha de una política responsable con el ambiente y con las Comunidades negra e indígenas asentadas en el territorio. Según los compromisos adquiridos para culminar las tareas y metas del Plan Ambiental Integral, durante el 2015, Codechocó ha logrado en asuntos relacionados con control vigilancia de los recursos naturales, poner en el “ojo del huracán” a la extracción ilegal de oro y platino, lo que ha permitido la consolidación de una estrategia de la recuperación de las fuentes hídricas del Chocó.
En virtud de por ese esfuerzo interadministrativos se han logrado desarrollar operativos que han permitido el decomiso este año más de 56 retroexcavadoras, incautación de decenas de motores, dragas, grandes cantidades de mercurio y la captura de 83 personas de individuos vinculados a la minería ilegal, entre los cuales ciudadanos de origen brasileros.
En cuanto a la conservación de los recursos naturales, Codechocó ha declarado varias áreas protegidas en el territorio chocoano, las cuales corresponden a una extensión de 111.861 hectáreas, localizadas en los municipio de Acandí, Nuquí y Unguía, en la costa Pacífica chocoana y el Darién colombiano, zonas de grandes riquezas naturales y de los ecosistemas estratégicos del Chocó.
Por primera vez en 47 años, en materia de gestión y calidad en sus procesos administrativos, Codechocó, recibió la acreditación de calidad por parte del ICONTEC. En consecuencia, cuenta con un proceso sistemático, independiente y documentado que permite verificar la eficiencia del sistema de calidad implementado de sus servicios y la atención ciudadana. De allí que como la primera autoridad ambiental chocoana, y en el cumplimiento de su objetivo misional, deban continuar trabajando en el desarrollo sostenible, la conservación, preservación del medioambiente y de la biodiversidad en la región del Chocó biogeográfico, a través del diseño e implementación de estrategias de gran impacto que permitan adquirir resultados a largo plazo.
Esos son los cambios que se han dado en una Corporación que se ha convertido en un fortín burocrático de una selecta casta que se rotan su control desde la década del ochenta y que le ha dado una administración indecorosa. Era una institución inoperante hasta el punto que el Ministerio de Ambiente le castró las competencias para otorgar permisos de aprovechamiento forestal por la polémica adjudicación que hizo a la multinacional canadiense REM para extracción de maderas en costa pacífica chocoana.
Codechocó, actualmente, es una de las pocas corporaciones que tiene en el país una nueva arquitectura administrativa porque no ejerce un verdadero rol de autoridad ambiental en la región. Además, ha logrado un posicionamiento geopolítico del Chocó, en materia ambiental y de conservación de la biodiversidad en Colombia.
Porque uno de los retos que ha tuvo que afrontar su director ha sido un revolcón administrativo que cambió su rumbo de la institución en sus procesos administrativos. En el Chocó, como en el resto del país, la clase política está seriamente cuestionada, pero como en otros departamentos encontramos funcionarios honestos y deshonestos, al igual que profesionales probos con excelentes formaciones académicas y capacidades para administrar con eficiencia y transparencia instituciones del Estado.
Es el caso del Ingeniero agrónomo Teófilo Cuesta Borja, al frente de esta corporación, graduado en la Universidad EARTH de Costa Rica, especialista en Gestión Ambiental de la Universidad Nacional de Colombia; Magíster en Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Universidad de Manizales y Doctorado en Desarrollo Regional en Atlantic International University – AIU de la ciudad de Miami, Estados Unidos.
Adicionalmente ha realizado estudios complementarios en diversas áreas en la Polytechnic State University-CalPoly, USA, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Nacional de Colombia, el Centro Regional de Estudios en Economía Ecológica en Costa Rica y en el INPA en Brasil.
Ha sido profesor y coordinador del programa e Ingeniería agroforestal de la Universidad Nacional sede Arauca, profesor de la Universidad Lasallista, docente y director del Departamento de Ingeniería agroforestal de la Universidad del Chocó, Secretario de Agricultura del Chocó y subdirector de investigaciones del Instituto de Investigaciones Ambientales del Pacífico-IIAP. En resumen, sin dudas, el ingeniero Cuesta le ha dado un cambio profundo y un viraje administrativo propositivo a Codechocó por su formación académica, su trayectoria profesional y por su visión de los problemas ambientales del país.
Twitter: @j15mosquera