La noticia que sorprendió al mundo de la política colombiana el pasado 20 de noviembre, sin lugar a duda, fue la salida de la Misión Carismática Internacional del Centro Democrático tras 15 años de trabajo junto al expresidente Álvaro Uribe.
No solo sorprende porque el movimiento Claudia Rodríguez de Castellanos haya sido incondicional a Uribe, sino porque en las últimas semanas a cada uno de los asistentes a la iglesia los hicieron inscribirse como militantes del Centro Democrático. Acción que se realizó sin temor a equivocarme, para mostrarle el caudal electoral al expresidente y así solicitar más curules. Cosa a la que por lo visto Uribe pasó por alto.
Empezaron las especulaciones con el movimiento cristiano de la exsenadora. Dijeron que iría a parar donde Germán Vargas Lleras, cosa que sería indignante para los cristianos, puesto que el exvicepresidente detesta a los cristianos y las relaciones Claudia Rodríguez-Germán Vargas no terminaron del todo bien cuando ella pertenecía a Cambio Radical, dado a las posturas ideológicas de Vargas Lleras y su apoyo a la comunidad LGBT.
Sin embargo, atónitos quedaron todos con la solicitud de revivir el Partido Nacional Cristiano ¿Por qué? Porque Claudia Rodríguez de Castellanos en su afán de protagonismo, de egos y sus ansías de poder deja entrever que se parece a la izquierda del país: nunca se une por su afán de poder. Existe un movimiento cristiano como Colombia Justa Libres que aglutina, por primera vez en la historia del país a la mayoría de iglesias cristianas en Colombia, movimiento al que, por supuesto fue invitada, pero no quiso participar por seguir junto al expresidente.
Ahora, después de su salida del CD, no fue capaz de acercarse a Colombia Justa Libres y como cristiana, con humildad y sencillez, decir: trabajemos unidos con el propósito de transformar la nación acorde a los principios de antaño. No, por el contrario, planea enfrentarse con el caudal electoral de su iglesia a las próximas elecciones. Dejando la unidad cristiana a un lado. Con egos, ansías de poder y afán de protagonismo. ¿No se asemeja a la izquierda en ese sentido?
Renunciar a la jerarquía por causas mayores es un principio altruista, un principio que debería verse reflejado en el actuar de Claudia y de sus fieles políticos como Clara Lucía Sandoval, Orlando Castañeda, Claudia Wilches, entre otros. Unirse demuestra que la cosmovisión cristiana está entrando en práctica. ¿La unidad no haría más por el país?
