Me dirijo hacia ustedes como ciudadano y también como cristiano para expresarles mi preocupación por la candidatura al Senado de la República de Claudia Rodríguez de Castellanos por el partido Cambio Radical. Ella, quien debe ser ejemplo de valores cristianos, ha optado por hacer parte de un partido político que se destaca más por su mala reputación que por sus resultados a favor de Colombia. Son numerosas las evidencias que demuestran que esta agrupación política le ha hecho mucho daño a Colombia, no solamente por su mal gobierno en diferentes regiones, sino también por sus constantes actos de corrupción y alianzas con el paramilitarismo. A continuación, explico cuáles son las razones por las cuales no debemos apoyarla con nuestro voto.
La primera razón y la que para mí es la más determinante de todas es que varios miembros del partido Cambio Radical han sido condenados por aliarse con agrupaciones armadas que han asesinado, desaparecido, violado y desplazado a un gran número de colombianos. Cambio Radical ostenta el récord de ser el partido con mayor número de miembros condenados por parapolítica con un total de 19. ¿Cómo lo hacían? Las agrupaciones armadas con las que se aliaron presionaban o intimidaban a la ciudadanía a votar por determinados candidatos que a la postre fueron elegidos. Hasta el día de hoy, no ha habido ninguna muestra de arrepentimiento, ni perdón público por parte de este partido a los colombianos.
La segunda es que este partido ha estado inmiscuido es los mayores escándalos de corrupción de los últimos años. Uno de los más sonados tiene que ver con la destitución de Oneida Pinto como gobernadora de La Guajira, la cual mantenía relaciones cercanas con Kiko Gómez (responsable de asesinatos), quien ahora está preso. En este departamento favorecían sus intereses económicos por medio de irregularidades en las contrataciones. En la gobernación del Magdalena se han producido capturas en contra de algunos funcionarios también por razones de contratación: véase el caso de Antonio Matera Ramos, persona de confianza de la gobernadora Rosa Cotes de Cambio Radical. Otro nombre que ha sonado en los últimos tiempos es el de John Jairo Torres, exalcalde de Yopal por Cambio Radical, quien ahora está preso por los delitos de lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Pero, la muestra más fiel de lo que representa este partido es que puso un fiscal anticorrupción que fue destituido por corrupto: Gustavo Moreno. Hay muchos más escándalos de corrupción en los cuales está involucrado Cambio Radical, pero por motivos de extensión de este texto no los nombraré, solo diré lo siguiente: 9 gobernadores de este partido han sido condenados, mientras muchos de sus miembros han sido destituidos por la Procuraduría, sin contar con que con los que están siendo investigados es muy posible que esta cifra aumente. Por ahora, no ha habido una expresión ni siquiera de vergüenza por lo sucedido.
La tercera razón tiene que ver con los pobres resultados que Cambio Radical ha mostrado gobernando. Dos ejemplos pueden ser La Guajira y Bogotá. La desnutrición en este departamento de la Costa Atlántica ha llevado a la muerte a centenares de niños; mientras tanto en Bogotá la seguridad, la pobreza y el empleo, han venido mostrando un empeoramiento respecto a los gobiernos anteriores.
Ustedes me dirán que la pastora Castellanos no tiene la culpa de que Cambio Radical tenga el historial que les acabo de presentar. Sin embargo, ella decidió, aun sabiendo todos los problemas del partido, comenzar a ser parte de este. Es decir, se está haciendo la de la vista gorda frente a las evidencias que demuestran que este partido está muy lejos de ser un ejemplo de los valores cristianos. También ustedes me dirán que su voto es por ella y no por el partido, pero esto no es así, ya que nuestro sistema de “cuociente electoral” otorga determinado número de curules dependiendo del número de votos que cada partido obtenga independientemente si tiene lista cerrada o abierta. Los votos preferentes, es decir, donde se marca el número del candidato, sólo deciden a quiénes se le otorgan las curules obtenidas por el partido. Por lo tanto, el voto que ustedes le den a la pastora permitirá que se elijan también otros candidatos de la lista y se fortalezca un partido que evidentemente es enemigo de Colombia y de nuestras creencias.
No niego que la pastora tenga grandes cualidades las cuales han llevado a que la Misión Carismática sea hoy una iglesia multitudinaria. Sin embargo, esta decisión que ella tomó de hacer parte de un partido tan cuestionado, y además de haber hecho parte del uribismo también muy cuestionado por asuntos similares, deja mucho que desear de una persona que predica el amor de Jesucristo. Considero que no votar por Cambio Radical para el Congreso y la Presidencia es un acto de amor al prójimo.