Claudia López, confieso que con más prevenciones que certezas y esperanza voté por usted. De poco valdrá ser mujer y lesbiana a ese ser político, que todos tenemos, si se detenta el poder y no se ejerce de forma ética. No piense usted que el hecho de que haya ganado un certamen electoral ya es indicador para decir que la corrupción ha de acabarse en la capital. Cabe recordarle que uno de los candidatos a la Junta de Acción Local de Kennedy por su partido o movimiento electoral, Christian Tambo López, presuntamente compró "500 votos por 100 lucas". También que las concejales María Clara Name, del célebre clan caribeño, y Lucia Bastidas, socia del exgobernador de Cundinamarca Pablo Ardila Sierra y gobiernista consumada de Lucho Garzón a Enrique Peñalosa, entre otros, aun cuando pertenezcan a su colectividad parecen estar dispuestos a mantener lealtades no por coherencias doctrinarias y programáticas sino por las cuotas que su gobierno les haya de brindar en la administración distrital.
¿Cederá usted a gobernar como la clase política tradicional, con diferente retórica, o se mantendrá firme a sus principios y convicciones?
A parte de la corrupción presente en el sector público, no olvide a los grandes cacaos del sector privado quienes hacen del Estado su agencia de negocios y que junto con sus agentes, los "servidores públicos" son los que propician la pobreza, la inequidad, la injusticia social y el atraso de nuestra querida ciudad y nuestro querido país. Se nos aproximan unas brutales [contrar]reformas laboral, pensional y de salud y nadie en partidos y movimientos electorales que se precian de "alternativos" parece mostrar interés por el futuro de los asalariados y los pobres. De poco servirá emprender grandes campañas de moralización contra la corrupción, si se le permite a los usureros ser más ricos a costa de las desgracias de los ciudadanos de a pie, que día a día luchan ni siquiera por su bienestar y calidad de vida sino para sobrevivir.
Usted condena el modelo de las plataformas digitales como Uber y Rappi, dice que esa no es la solución para acabar con el crónico desempleo, y son más la incertidumbre laboral y los problemas sociales que genera, por lo que aquellas deben ser reguladas. Claudia, es preciso que condene también todo el modelo depredador que acaba con la seguridad social y laboral y con los servicios públicos. No hay que regular solamente a las plataformas digitales, hay que contener todo interés privado que atente alevemente contra los intereses colectivos, el bien común y los derechos ciudadanos.
Si usted es "incorruptible", como medios internacionales la han descrito, no puede con la dictadura uribista, la cual está al servicio del totalitarismo financiero, el cual socava las democracias en beneficio exclusivo de las corporaciones, convenir el deterioro absoluto de los derechos y las garantías sociales y laborales.
Si usted es "incorruptible", como lo han dicho, su cargo estará a disposición exclusiva de nosotros los ciudadanos de a pie, y no a disposición de las ambiciones de Sergio Fajardo, el socialbacano del usurero Grupo Empresarial Antioqueño, es más ni siquiera está a disposición de sus propias ambiciones.
Si usted es realmente "incorruptible", estará con el pueblo en las calles apoyando sus justas reivindicaciones y no negociando gobernabilidad, porque sí usted cree en la democracia, usted no gobernará con los concejales sino que gobernará con y para el pueblo bogotano.