Con el cubrimiento de la firma del nuevo acuerdo de paz por parte de Noticias RCN el pasado 24 de noviembre, quedó en evidencia que ese espacio informativo dirigido por Claudia Gurisatti perdió el norte con respecto a los principios del buen periodismo: independencia, equilibrio, veracidad e imparcialidad. Para analizar un hecho tan destacado decidieron conformar un panel bastante amplio compuesto únicamente por líderes y voceros del no. En el set estaban Jaime Castro (líder del movimiento “Mejor No”), Diana Sofía Giraldo (líder de la fundación “Victimas visibles”), Martha Lucía Ramírez (vocera del No por parte de los conservadores que se oponen al acuerdo), Herbin Hoyos (director de la fundación “Victimas de las farc”) y, por supuesto, el expresidente Álvaro Uribe Vélez (principal figura del No desde el Centro Democrático). Como si fuera poco también hubo invitados fuera del set claramente referenciados como críticos de los acuerdos: el ex magistrado Jaime Arrubla, el general en retiro Jaime Ruiz (presidente de Acore) y Claudia Rodríguez de Castellanos (líder cristiana vocera del No). Solamente hizo falta que invitaran al ex procurador Alejandro Ordoñez.
Durante la firma del acuerdo de cese bilateral al fuego y dejación de armas que se hizo en La Habana en junio de este año hicieron algo parecido, en su gran mayoría los comentaristas fueron críticos del proceso de paz, solamente estaba la senadora Claudia López quien ha sido una fuerte defensora del proceso de paz y ese día decidió levantarse del set en plena emisión frente a lo que ella llamó sesgo informativo de RCN noticias. (Ver http://bit.ly/2gtpqGD).
Tal vez para no aparentar falsos equilibrios con apariencia de imparcialidad, como les dijo la propia Claudia López en vivo, esta vez decidieron invitar solamente voces críticas del proceso de paz. Y el problema no es ese, el problema es que se haga pasar eso por periodismo cuando claramente no lo es. Claudia Gurisatti debería ser sincera con los televidentes y señalar que el medio de comunicación que dirige tiene una clara posición política en contra del proceso de paz y, en consecuencia, solamente le interesa ser caja de resonancia de las voces del no.
Desde luego que cada medio de comunicación tiene el derecho de asumir las posturas editoriales que quiera, eso entre otras cosas es lo ideal para fortalecer la pluralidad en una democracia, pero otra cosa es confundir periodismo con política como claramente lo está haciendo Noticias RCN con el proceso de paz, haciéndonos pasar opiniones por noticia y amplios espacios a voceros del no como “entrevistas” sin ningún enfoque crítico, donde el principal perjudicado termina siendo el televidente. Tampoco se trata de invitar únicamente a voceros del sí, ni dividir el panel en santistas y uribistas como erróneamente hacen otros medios. Colombia tiene muchas voces independientes y preparadas en la academia que pueden ofrecer un mejor análisis a la actual coyuntura que vive el país que la de nuestros actuales líderes políticos.
Uno también podría pensar que Claudia Gurisatti no está del lado de la causa uribista sino que por convicción personal esta haciendo genuinamente un cubrimiento crítico del proceso den paz, pero en ese caso habría que decir que como víctima que fue de las farc (Ver http://bit.ly/2ghVsCy) no ha superado esa etapa y antepone sus sentimientos en el enfoque de cada noticia. Lo dejó ver claramente cuando en la firma del acuerdo sobre justicia, en septiembre de 2015, decidió acompañar semejante hecho histórico en un negociación de paz con imágenes de los peores atentados de las farc ¿Resultaban pertinentes esas imágenes cubrir una noticia de esa magnitud? (Ver http://bit.ly/2gtt7vT). Sólo alguien que sienta animadversión por el logro sería capaz de usarlas de ese modo demostrando claramente que ha perdido el norte periodístico.
Sea animadversión hacia a las farc o línea editorial crítica del proceso de paz, lo único cierto es que Claudia Gurisatti olvidó hace rato que el deber del cuarto poder, en un país marcado por un largo y sangriento conflicto armado como Colombia, es realizar un periodismos responsable y no asumir vocerías políticas de ciertos partidos que terminan convirtiendo al medio en simple reproductor de sus mensajes en detrimento del derecho a estar bien informados por parte de la ciudadanía. Ya lo recordaba el maestro del periodismo Juan Gossain en una entrevista reciente: “ni santistas ni uribistas; periodistas” (Ver http://bit.ly/2gKOjya).
Ahora, si Claudia Gurisatti decidió asumir la vocería de todos los principios ideológicos del uribismo sacrificando su independencia, es una responsabilidad que debe asumir ella, ojalá haciendo lo que hizo un día Ana Mercedes Gómez, ex directora de El colombiano, es decir, renunciar al periodismo y meterse en la lista del centro democrático en las próximas elecciones al congreso. Allí su trabajo gozaría de mayor credibilidad y prestigio.