En las redes sociales muchos hablan de ella hasta el punto de convertirla en tendencia en Twitter en varias ocasiones. Hay quienes la critican, pero también quienes la defienden. Ella es quizás una de las mujeres más poderosa de Colombia y no en vano su popularidad está llena de matices sociales y políticos.
Les hablo de Claudia Gurisatti Barreto, la directora de Noticias RCN y NTN24, así como del programa La Noche, la misma mujer rubia de ojos azules que desde hace más de dos décadas vemos en la televisión colombiana, a quien los Ardila Lülle le han dado toda su confianza para dirigir gran parte de su emporio de medios de comunicación.
En el canal pocos la llaman por su nombre, la mayoría le dice "Guri", "mi Guri" o "Gurisita". No se trata de adular a quien es responsable de su cheque el quince o el treinta de cada mes, sino porque ella es quien muchas veces pide que le llamen así.
Además, ella es la misma persona que hasta el pasado 26 de septiembre fue mi jefe, así como de por lo menos setenta personas más que salieron del canal producto de un recorte de personal, basado en una crisis financiera del canal internacional NTN24.
Fue ella misma quien comunicó la decisión a cada uno de nosotros, junto a otros directivos de la empresa, no solo del sistema informativo sino también administrativo. Particularmente, noté a La Guri triste. Gracias a ella la organización de los Ardilla nos brindó un empleo digno por muchos años a muchos profesionales como yo, fue ella quien creyó y cree en un periodismo hecho por latinos para latinos, que lucha por expandir la marca a todos los rincones del planeta de habla hispana, que busca tener la "anhelada" chiva y crecer tanto como sea posible.
Sin embargo, llegó la primera década de vida del canal y los números no cuadraron y entre otros tantos recortes, el de personal fue la última opción. Al final sucedió, pero de una forma que a los afectados, como yo, nos amortiguara el golpe. A cada empleado se le respetó hasta su más mínimo derecho laboral, se pagó hasta el último día de contrato e incluso nos entregaron una especie de "bono" en forma de indemnización.
Son cosas que pasan, incluso en las grandes empresas. Estoy seguro de que los que se quedaron harán de NTN24 la gran empresa que siempre soñamos los que trabajamos allí. De La Guri, más allá de su respetable línea editorial (como la tienen todos los canales), exalto que nos dio la oportunidad de tener nuestra primera experiencia laboral y que esta se prolongara por tantos años, construyendo un periodismo cuya base son los valores democráticos y las libertades de cualquier ciudadano.
En Colombia, los periodistas se acostumbraron a echarse tierra unos a otros, pero La Guri nunca hizo un mal comentario, por lo menos en público, de quienes tanto la han maltratado. Su trayectoria profesional no tiene discusión e intentar destruirla es afectar a cientos de personas que están detrás de ella, desde el asistente, el vigilante, el sonidista, camarógrafo, pasando por el periodista y el jefe de emisión que llegan día a día al canal de la avenida Las Américas a cumplir con orgullo su labor.
Claudia Gurisatti es humana y merece respeto, como también lo merecen todos los que hicimos y hacen parte de la familia RCN y NTN24.