Querido lector, antes de empezar quiero aclarar que este texto puede parecer agresivo, podría pensar usted que estoy de mal genio, pero no, solo quiero dejar clara mi posición…
¿De casualidad no le ha pasado a usted que le han pedido descuento por alguno de sus trabajos?, ante lo que me pregunto: ¿por qué carajos tenemos que pedir ñapa siempre en este país?, ¿por qué carajos nosotros mismos accedemos y normalizamos que nuestro trabajo no sea valorado?
Tal vez a usted no le ha pasado, pero para nosotros los músicos es el pan de cada día, y eso sin contemplar el estereotipo de artista que la gente en Colombia tiene mentalizado.
Este artículo se llama ¡Claro que cuesta!, citando una canción de Tsh Sudaca, artista emergente de hip hop. Es que mis colegas músicos y artistas me entenderán cuando digo que nuestro trabajo no lo valoran y por eso tenemos que hacerlo valer.
Sí, querido lector, usted es un potencial cliente de nuestros servicios artísticos, por lo que déjeme explicarle de una forma amable que nosotros también tenemos que pagar servicios, transporte, y debemos comer… En ninguna de las anteriores, que son las necesidades básicas de sobrevivencia del ser humano, uno puede pedir descuento.
Hagamos el ejercicio de imaginarnos una situación: voy a ir a dar una clase en x lugar de la ciudad y debo transportarme en TransMilenio, son $2.500 ida y $2.500 vuelta (es decir, $5000 en total), ¿podría yo acercarme a la taquilla y decirle al funcionario que me deje los dos pasajes en $4.000? Es imposible, ¿cierto?
¿Entonces por qué debo yo descontar mi trabajo, si mi educación también ha costado tanto, si la música y las artes son igual de importantes que cualquier otra profesión… si además de todo soy muy buena en lo que hago?
Discúlpeme, querido lector, si de golpe usted siente que le estoy hablando mal o que lo estoy regañando, no es así. De hecho, este pequeño detalle resume en gran escala lo poquito que valemos los músicos para el resto del mundo. Sí, yo sé, suena muy victimizado, pero es real.
Culturalmente Colombia no es ni ha sido un país que considere las artes parte importante de su desarrollo; excepto por unos casos particulares: Diomedes Díaz y la Selección Colombia son idolos, y eso tiene que ver más con otras cosas que con arte y cultura (sin menospreciar la música del maestro que es muy bella).
Buscando datos que soporten este artículo encontré una documentación que dice que los artistas en Colombia ganan muy bien... sí, Shakira, Maluma, J Balvin, los cantantes reconocidos del vallenato, los actores famosos, en fin… Nada en contra de ellos, ¿pero esto qué quiere decir?, ¿será que acá un artista no es considerado artista hasta que es famoso?… ¿Esa es la única forma de triunfar?, ¿la fama?
Según indeed.com, en Estados Unidos un músico profesional se gana al año 50.173 dólares; esto quiere decir que la hora de trabajo de un músico profesional vale 33.95 dólares, pero acá nuestra hora de trabajo vale menos de la mitad y eso… porque $50.000 para una clase les parece costoso. Pero, bueno, no importa ¿cierto?, igual acá sin plata vivimos sabroso…
Yo amo mi país, amo la gente, amo los paisajes, amo el café y amo todo o casi todo lo que representamos; pero no, sí importa, querido lector. Y si su trabajo, sea cual sea, tampoco es valorado o si a usted en lo que hace lo menosprecian también debería importarle y tratar de hacer algo para cambiarlo.
Por supuesto, acá el trabajo en general no es bien pago, ¿pero cómo podemos cambiarlo? Querido colega, querido artista, por favor no regale su trabajo. Si no le van a pagar lo que cuesta, ¡qué lástima! Un alumno menos, pero que usted cobre un precio que no es afecta al resto del gremio.
Lectores, músicos y no músicos, el arte es una carrera de mucho estudio, de mucha dedicación y de pocos recursos, por favor valore y trate de aprender un poquito más de lo que hacemos.
Y lo que le cobren, eso es porque claro que cuesta.