A pesar de que la subasta 5G organizada por el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano, se llevó a cabo el pasado 20 de diciembre y que desde entonces ya se conocen los bloques que le corresponden a cada una de las cuatro empresas que se presentaron, no fue sino hasta el jueves 22 de febrero que fueron firmadas las resoluciones que permiten, de una vez por todas, comenzar a instalar las redes para poder comenzar a ofrecer el servicio.
No han pasado ni 20 días de que las empresas pudieran comenzar legalmente a darle rienda suelta a esta tecnología y ya algunas se han puesto las pilas en la instalación de las antenas necesarias para su operación. Según el propio Ministerio, ya hay 1.050 antenas instaladas a lo largo del territorio nacional.
Sin embargo, hay un detalle que llama la atención y es que cerca del 90 % de estas antenas le pertenecen a una única compañía, la misma que abarca cerca de la mitad de los usuarios en el país, la mexicana Claro. La empresa del multimillonario Carlos Slim ya logró poner 930, con las cuales podrá prestar el servicio del 5G en ciudades como Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga y más.
Las otras 120 antenas faltantes le corresponden a la unión temporal entre la española Movistar y la colomboluxemburguesa Tigo, compañías que se aliaron recientemente para compartir las redes de acceso móvil.
Las otras dos empresas que participaron en la subasta 5G, la colombiana de capital británico y dueño islandés WOM y la brasileña Telecall, aún no tienen instalada ninguna antena. La primera tiene pensado arrancar en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Cúcuta, Ibagué, Santa Marta y Villavicencio y la segunda hasta ahora está terminando de cerrar los trámites para poder comenzar a operar en Colombia.
