La sangrienta historia
El Clan del Golfo, organización criminal liderada por Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, es la que tiene el poder en las principales capitales del Caribe y del país. El teatro de operación de su actividad criminal en la Costa son Cartagena, Barranquilla, Montería, Sincelejo y un centenar de municipios donde manejan el cobro de extorciones, microtráfico, narcotráfico, lavado de activos y minería ilegal.
Todo ese poder fue arrebatado a sangre y fuego a comienzos de la década de 2010 a la banda narco paramilitar de Los Rastrojos. Este grupo armado surgió de la caída del Cártel del Norte del Valle y era liderada por los hermanos Calle Serna, llamados Los hermanos Comba.
También sucumbieron a ese poder, otras organizaciones como Los Paisas y la Oficina de Envigado, liderada por Maximiliano Bonilla, alias Valenciano y surgidas de las desmovilizaciones paramilitares de las AUC en 2006.
Desde hace muchos años se mantiene en guerra con los herederos de Hernán Giraldo y su organización criminal llamada Los Pachenca en la ciudad de Santa Marta, quienes en un comienzo se encontraban a su servicio como el Bloque Caribe, pero decidieron actuar de forma independiente y declararles las guerra, su última gran arremetida violenta habría sido en 2012 . En ese año se conocieron 213 homicidios solo en Santa Marta y agentes de la fuerza pública se habrían aliado presuntamente con los Giraldo para sacar al Clan del Golfo e instalar una paz controlada.
En aquel 2012 el jefe máximo de Los Pachenca, alias Chucho Mercancía, le entrega a la Policía a alias Belisario, líder del Clan del Golfo en el Magdalena y primo del jefe máximo de los anteriormente llamados Urabeños, Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, y que hoy lidera Darío Antonio Úsuga David, alias Otoniel. Desde entonces ambas organizaciones vienen actuando como aliadas y enemigas.
Muchas de sus disputas son ampliamente recordadas por la forma tan violenta e ingeniosa de querer acabar con sus principales líderes, se recuerda cuando a comienzos de 2016 Otoniel ofrecería una millonaria suma por asesinar a alias Cara e' vieja segundo máximo cabecilla entonces de Los Pachenca y a quien culpaba de ser informante de la DEA y hacer caer varios de sus negocios, así como de ser el perpetuador de la Masacre de Masinga en 2014 donde habría intentado asesinar a Elkin López Torres, alias La Silla.
A comienzos de ese año, Cara e' vieja sobreviviría a un atentado en Rionegro cuando en compañía de su esposa e hija abordaron un automóvil, el cual fue interceptado por sicarios en las afueras del terminal, con la suerte que al sicario se le trabó el arma al intentar disparar. Fue así como en julio de 2016 en vendetta fue asesinado delante de su hija Dagoberto Hurtado Amaya mientras conducía una camioneta de alta gama en Cartagena y quien era el encargado de las finanzas del Clan del Golfo en la ciudad. El hecho molestó al número uno del Clan del Golfo, Otoniel, quien ordenó a alias Pichi, jefe máximo del Clan en la Costa Caribe, acabar con los sicarios recluidos en la prisión de San Sebastián de Ternera.
Un mes después, el mismo Pichi fue blanco del famoso asalto al edificio Galeón Azul en el prestigioso barrio de Bocagrande, donde tres falsos guardias del Inpec armados trataron de sustraerlo de su penthouse, pero al recibir la llamada de sospecha del portero del edificio se produjo una intensa balacera entre los escoltas de Pichi y los falsos guardias. Esto terminó con la captura de los sicarios y con el ofrecimiento de alias Otoniel de 1.500 millones de pesos a quien asesinara a alias Cara e' vieja. Para finales de 2016 sicarios terminarían por asesinar a Cara e' vieja en Quindío a donde se habría ido a ocultar y la policía detendría a Pichi en su pent-house.
Para 2019 el Clan del Golfo habría querido hacer un intento violento de volver a quedarse con el control de los puertos del Magdalena, con los asesinatos de la lideresa social Maritza Quiroz Leiva, el de Wilton Fauder Orrego, contratista del Parque Nacional Tayrona, el de los reconocidos narcotraficantes José Benito Villarreal Ramírez alias Echeverry y Orlando Acosta Maestre, alias Baltazar y con una respuesta violenta de Los Pachenca al asesinar a varios miembros del Clan Coneo al servicio del Clan del Golfo en Cartagena, ese mismo año caería muerto el líder máximo de Los Pachecas alias Chucho Mercancía y el Clan del Golfo volvería a poner precio por las cabezas visibles de Los Pachencas y a toda persona que trabajara con ellos.
La guerra a muerte
La guerra se agudizó cuando el 16 de junio del año pasado muere abatido Deimer Patiño Giraldo, alias 80 jefe máximo de Los Pachenca en la ciudad de Santa Marta, su ubicación habría sido dada a la policía por dos sucesores del jefe máximo en asocio con narcos de la organización La Silla de Santa Marta quienes buscaron a alias Andrea o Falcon principal narcotraficante del Clan del Golfo en la Costa Caribe y un experto cazador de guerras como lo hizo con Los Caparros en el Bajo Cauca.
El Clan Giraldo con temor de perder el control le declara entonces la guerra a sus antiguos comandantes y socios pero sin mucho éxito ya que el plan se pone en marcha en medio de una violenta arremetida por el control de la ciudad que termina con otro duro golpe para los Giraldo cuando en septiembre del año pasado cae capturado en Barranquilla Norberto Quiroga Poveda, alias 5.5, quien había quedado como máximo financiador de Los Pachenca y quién se encontraba en Barranquilla protegido por la estructura criminal de Los Vega aliada de La 40 de Medellín.
Los ajustes de cuentas y las masacres desde entonces empezaron a hacerse más notorias en las principales ciudades de la Costa Caribe cuando en octubre del 2020 sicarios balean a tres hombres que se transportaban en un vehículo de alta gama en una reconocida avenida de Santa Marta, todos con pasado delictivo y señalados por las autoridades de integrar la organización criminal La Silla.
La guerra en 2021
El 2021 empezaba con declaratoria de guerra, cuando sicarios intentan asesinar a dos hermanos del ex narcotraficante del Cartel del Norte del Valle alias Beto Gitano en su cabaña en la isla de Barú y sicarios asesinaban al narcotraficante de Los Caparros alias Chema, en un residencial barrio de Cartagena.
El gran golpe contra el Clan del Golfo llegaría realmente con la caída de un cargamento de 1.5 toneladas de cocaína y drogas sintéticas en la bahía del puerto de Manga en la heroica que terminó con la captura de la mayoría de los coordinadores del Clan del Golfo en la ciudad entre ellos 13 capturados en Cartagena y Barranquilla, entre los que se encontraba alias Osvaldo el principal enlace con alias Andrea o Falcon.
La guerra continuaba a muerte cuando en febrero en Barranquilla era acribillado Libardo Parra alias El Guajiro en un centro comercial junto con una cajera, el crimen habría sido cometido por el Clan del Golfo en vendetta contra una cabeza visible de Los Pachenca ya que El Guajiro era presuntamente custodiado por Los Vega quienes se pasean por la Costa Caribe con carné de escoltas y permisos para portar armas de una empresa registrada ante la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada.
En la noche del día siguiente el mismo Clan del Golfo se habría encargado de citar y ejecutar a sus tres sicarios en una masacre ocurrida en una casa en Soledad, uno de los muertos, conocido con el alias de Comanche, era un desmovilizado de las AUC que fue escolta del paramilitar Oscar Ospino Pacheco, alias Tolemaida, y de Jorge 40.
La escalada de violencia siguió con la muerte de una pareja de comisionistas del Clan del Golfo, a la salida de un motel en Santa Marta y un fallido atentado contra Javier Enrique Insignares Toro alias JJ en el norte de Barranquilla que lo hicieron refugiarse en Cartagena, en donde luego sería, desde entonces los sicarios se han concentrado en acabar con el personal del otro, con el fin de alguno de los bandos se rinda, causa de que los índices de homicidios en Barranquilla y Santa Marta hayan subido a algo parecido a la última gran arremetida que fue en 2012, ¿quién se quedará con el control del Caribe Colombiano?.
La caída de los alfiles
Tal y como sucedió con la caída del Cartel del Norte del Valle, la DEA y la NCA (La agencia contra el crimen organizado del Reino Unido) quienes apoyan la lucha contra las drogas en Colombia, están usando viejas estrategias que dieron fin a los antiguos capos Norte del Valle, quienes se traicionaron unos con otros y terminaron en una de las últimas grandes guerras entre capos que recuerda el país.
Para el mes de marzo la Fiscalía les aplicaba a los coordinadores narcotraficantes del Clan del Golfo y La Silla extinción de dominio por más 7 mil millones de pesos quienes tenían propiedades en Cartagena, Turbaco y Santa Marta, todo esto mientras seguían cayendo uno por uno todos los alfiles de la organización entre ellos alias El pirata coordinador del narcotráfico del Clan del Golfo en zona insular de Cartagena, especialmente en la Isla de Tierra Bomba y Armus Iván extranjero quien fungía como enlace del Clan con el Cartel de los Balcanes al que le fueron incautados media tonelada de cocaína en un velero en la bahía de Cartagena.
Mientras que la caída de alias Andrea o Falcon se veía venir ante las numerosas capturas al Clan del Golfo aunque parecía intocable en su lujosa finca de Rionegro en donde tenía más de 30 vehículos de alta gama avaluados en aproximadamente 6.000 millones de pesos y movía hasta 60.000 millones de pesos mensuales como producto del tráfico de estupefacientes, junto con él cayeron también sus enlaces Juan Manuel Arias en Santa Marta y Anthony Deo Rampersaud Bhajan, Tony en Barranquilla quienes también contaban con lujosos condominios y camionetas de alta gama.
Si bien el Clan del Golfo es una de las organizaciones que más fácil logra reacomodarse en el mundo del narcotráfico, los recientes golpes han sido letales para la organización que aún sigue en la pugna con Los Pachencas por hacerse el control total del Caribe Colombiano.