Tu herencia siria te define: todo lo negocias, lo pactas, lo canjeas, lo vendes. Tu vida gira en torno a producir plata y aumentar el patrimonio tuyo y el de tu familia que se aprovecha de las desgracias del país, como recientemente lo hiciera su cadena de almacenes que vende kits de mercados dizque como campaña para paliar la hambruna que tu grupo político ha causado en La Guajira. Pero ese no es el lío que tengo contigo ahora.
Faltaba más Alex que no tuvieras derecho a hacer plata. O que hagas de Barranquilla tu feudo en el que pones y quitas. Que quieras expandirte como los otomanos lo hicieron con la tierra de tus ancestros. Ya mandas en el Caribe y recientemente “hiciste hasta pa’ vender” en Cartagena. Pero más allá de todo eso, veo que tienes alma de ‘traqueto’. Hay cosas, Alejandro, que no se compran con plata.
Hace un par de días, diste unas declaraciones a tu prensa, (sí porque toda es tuya), en la que dices que vas a pelear como “gato boca arriba” para que los Juegos Nacionales de 2019 se queden en Barranquilla. Y desafías al Gobierno Nacional con un argumento de coyuntura: “Estamos en austeridad, entonces, mensaje para el Gobierno Nacional: como estamos construyendo los escenarios para los Centroamericanos, será Barranquilla quien tenga los escenarios nuevos donde habrá que invertir muy poquita plata para los Juegos Nacionales del 2019”. Bravo alcalde, muy bien. Y para terminar sentencias: “Su coranzoncito (el del presidente Santos) va a estar por este lado”. Te equivocas, Alex. Vamos por partes.
En 2014, el entonces y siempre inquieto gobernador de Bolívar Juan Carlos Gossaín, pidió a la Federación Nacional de Departamentos organizar la Cumbre de Gobernadores y Alcaldes del Caribe. Finalmente se hizo el 13 de mayo con Presidente a bordo. Clave en la agenda: infraestructura y deporte. Durante el panel que moderó el anfitrión y en el que participó Juan Manuel Santos, bastante emotivo declaró: “Sé mi querido Juan Carlos (Gossaín) que usted aspira a que Bolívar sea sede de los Juegos Nacionales en el 2019. Siempre tengo en cuenta su entusiasmo por el deporte, que lo vi desde su secretario de deportes (Dumek Turbay–Hoy gobernador-). A mí me gustó ese entusiasmo que él le puso a los Juegos de la Paz, créame que llegó al fondo de mi corazón”. Y continuó: “entonces les voy a hacer una oferta. El año entrante son los Juegos Nacionales y si Bolívar queda en los cinco primeros lugares, la sede es suya”. Gossaín convencido del éxito le respondió: “muchas gracias por haberle dado la sede a Bolívar. Esa es una realidad”.
Y fíjate Alejandro, en los Nacionales de 2015, Bolívar quedó cuarto (4to) solo detrás de las grandes e inalcanzables potencias del deporte nacional: Antioquia, Bogotá y Valle. Calcula entonces.
Alejandro querido, olvídate pues de la promesa presidencial, hagamos de cuenta que no pasó nada. Y además porque ambos sabemos que Santos no cumple ni lo que dice firmar en piedra o mármol. Quizá pienses que como le pones millones de votos, su corazón está contigo, pero eso lo discutimos en otro momento. Vamos a los méritos: El deporte en Bolívar ha ido en ascenso desde 2008 donde se ubicó noveno en el medallero detrás de tu departamento, el Atlántico. Y no ha parado.
En 2012 inició lo que en esta parte del Caribe llaman la época dorada del deporte bolivarense. Apoyo institucional irrestricto a deportistas, repatriación de figuras bolivarenses de talla nacional e infraestructura deportiva regada a lo largo y ancho del Departamento. Bolívar se confirmó entonces como la potencia emergente del deporte nacional. En ese mismo año, Bolívar quedó sexto y Atlántico once; en 2015 este último se ubicó catorce, toda una catástrofe.
En redes sociales le sugerían los “quilleros” a Gossaín que le diera la fórmula del éxito al gobernador Segebre ¡Imágínate el nivel! Un barranquillero derrotado pidiéndole pautas al vecino. Nunca antes visto. Y para no alagarte el cuento, un título posterior a los Juegos de 2015 que resume el momento deportivo por el que pasa tu departamento, del veterano periodista currambero, Ahmed Aguirre Acuña:“Atlántico, ¡Vergüenza nacional!”. Ahí se despacha contra lo que él llama“desidia” y “ningún apoyo” de los gobiernos locales al deporte atlanticense.
La dirigencia bolivarense, tan desunida para tantas causas locales, hoy alza la voz y al unísono reclama lo que en franca lid se ha ganado este Departamento. Aquí le han metido corazón Alejandro, mucho corazón, que vale más que el dinero del que alardeas con altivez. Y el Presidente lo sabe. Si tú hablas de “austeridad”, yo te respondo con PAZ y posconflicto, pues ningún otro lugar del país, representa como Bolívar, ese anhelo de reconciliación a través del deporte. Y eso Alex, no se compra con $200 mil millones. Por eso y más, queremos celebrar aquí en Bolívar los Juegos de la Paz.
Espero que las cosas mejoren para el deporte atlanticense. Éxitos con los Centroamericanos. Y Alejandro, apréndete esto: nunca está demás invertir en cultura y deporte sea donde fuere, pues dejar de hacerlo no es austeridad inteligente. Saludes a Germán, primero su salud.
Con sentimientos de respeto,
Juan Diego Perdomo Alaba
