La población LGBTI reconoce y aplaude su esfuerzo a la hora de recorrer iglesias y casas de familia recogiendo firmas en contra de la adopción por parejas del mismo sexo. Debe saber que nuestra población tiene pleno conocimiento de cómo funciona la aprobación de la Corte Constitucional, donde solamente podrán adoptar las parejas homosexuales conformadas por el padre o la madre biológica del niño y su compañera o compañero sentimental.
Empecemos entonces con que aquí aún no se ha dado el derecho pleno de adopción igualitaria a las parejas del mismo sexo, cosa de la que nos estamos encargando mientras usted habla con sus colegas pastores y todos sus seguidores. La adopción es un acto jurídico, en el que se crea una relación de parentesco entre dos personas (entiéndase el término persona), cosa que, según usted, no es válida, ya que solamente podrán tener y mantener sus hijos aquellos que se identifiquen biológicamente y se atraigan entre sí (hombre y mujer).
¿Sabe usted cuántos niños son abusados sexualmente a diario en nuestro país? ¿Sabe quién comete el 70% de estos abusos y en qué lugares suceden?: Noventa niños diarios (reportados); de los cuales 63 son abusados por sus familiares dentro de sus casas. ¿Sabe cuántas personas que tienen un hogar conformado como usted lo propone y nunca han sido abusadas sexualmente son homosexuales? Le dejo la tarea de buscar qué es lo que realmente determina la orientación sexual de un niño, y dónde se desarrollan los actos más atroces contra su integridad y sin lugar a dudas encontrará que, lastimosamente, no se salvan muchos de los amigos y padres de familia que firmaron en pro de su referendo, por los que seguramente en algún momento de su vida se opuso a la cadena perpetua para violadores de niños.
Qué ironía que ahora sea usted la que pretende hablar de los derechos de los menores de edad y de la imposición de sus conceptos frente a lo que no considera natural, ¿el abuso sexual, para usted, es más natural que la homosexualidad? ¿Se ha preguntado por qué sus hijos no “sufrieron” una "ruptura" en su orientación sexual cuando usted se divorció de su padre? ¿Ha llegado a la conclusión de que no se “volvieron” homosexuales simplemente porque no lo eran? ¿Los hubiera dado en adopción por no tener un hombre a su lado que le permitiera tener una “familia”?
Mi caso es diferente: tengo la familia más hermosa que alguien pueda tener, conformada por mi madre, mis abuelos, mi tía y mis primos pequeños. Tuve la infancia más feliz, estuve rodeada de personas que me amaron y que aportaron con sus sonrisas y su apoyo al desarrollo de mi personalidad y de mi libertad. Ahora, soy una persona que tiene pleno conocimiento de sus derechos y de sus capacidades, vivo tranquila y libre reconociendo que aunque todos no lo entiendan, amo a quienes me rodean sin necesidad de imponer lo que creo mejor, porque soy consciente que dentro de la decadencia de nuestras leyes y del ejercicio de estas, siempre habrá quien quiera querer, y quien nos regale una sonrisa en medio de tanto caos.
Fui abusada sexualmente por cuatro hombres heterosexuales, que, como usted, querían imponer sus deseos y sus voluntades sobre lo que yo quería o necesitaba para mi vida, consideraban justa la vulneración de mis derechos solamente porque me atraen las mujeres y no ellos; ¿lo considera justo?
No sé hasta qué punto llegaron sus investigaciones, pero estoy segura de que no fue a los refugios donde, hacinados, los niños esperan que entre alguien por la puerta a regalarles la alegría inmensa de tener quien los quiera y a quien querer ¿Ya averiguó qué es lo que ellos esperan de la vida que llevan?, porque, hasta donde sé, los que se embarazan para luego regalar los hijos son las parejas disparejas heterosexuales, ya que los homosexuales no podemos embarazarnos.
¿Sabía que en es este país no es necesario adoptar un niño si así lo quisiéramos? ¿Sabía que basta con comprarlo?, pero quienes quieren vivir el arduo proceso de la adopción dentro de la legalidad realmente quieren tener un hijo, realmente quieren darle un hogar a un niño que por la ineptitud e irresponsabilidad de sus padres biológicos, debe buscarlo.
Le propongo entonces que reevalúe sus conceptos en cuanto a la capacidad de las personas homosexuales al momento de criar un hijo. Que entienda que la perversión de la imagen que tiene de nosotros es la relación entre sus percepciones y sus propias perversiones, cosa que nos es completamente ajena.
Le pido a usted, y a todos los que se toman el trabajo de impedir la vida de los demás, que dejen de pensar en lo que pasa en mi casa, en mi habitación y en mi cama; en cómo vivo mi sexualidad o cómo dejo de vivirla. Dejen ese pensamiento pervertido y mal intencionado de que un niño a manos de un homosexual se convierte automáticamente en un niño abusado sexualmente o desorientado, eso no vive en la mente del homosexual o del heterosexual, vive en el pensamiento de personas como usted, y como tantos otros, que pretenden imponer sus necesidades sobre el bienestar de los demás, por el simple hecho de ser diferentes y de estar desprotegidos.