“...Es apasionado y temperamental. Lo han llamado ‘El Niño Genio de la cinematografía’. Tal vez por su genialidad reflejada en su visión poética a la hora de plasmar en imágenes sus ideas…”. Esto comentaba sobre Ciro Guerra en 2005 Alejandro Prieto Prieto, Productor Ejecutivo de “La Sombra del Caminante”, cuando lo entrevisté para la Revista Escenario 18. Desde 2001 cuando se realizó esa, su ópera prima, el naciente genio colombiano llevaba la imagen en movimiento del país a festivales internacionales de cine logrando ganar en algunos, como el Premio Cine en Construcción del Festival de Cine de San Sebastián (España, 2003). Una película con aire urbano y documental que retrata en blanco y negro una Bogotá que abriga una singular y a la vez representativa trama de dolor y reconciliación.
Por eso, desde aquel entonces era tal la admiración y el respeto que como cineasta me inspiraba Guerra, que no me atrevía a pedirle un autógrafo o una foto a su lado en las tantas veces que nos cruzamos en una sala de cine, la última vez en la Cinemateca Distrital de Bogotá a finales de 2015. Ya me estoy arrepintiendo por eso a pesar de que creía que este geniecito llegaría muy lejos.
En 2009 vino "Los Viajes del Viento" del que recuerdo otro reencuentro en el pre-estreno con una sala que reventó de aplausos para un director y guionista que aparece de vez en cuando y estremece con sus historias, en esta ocasión enfocado en el folclore de una parte de la costa atlántica colombiana con todo el colorido que el lugar puede ofrecer llegando a despertar los sentidos.
De "El Abrazo de la Serpiente" lo primero que impacta es saber que la selva logra trasmitir mensajes aun contemplándola en blanco y negro, algo innovador para el color del que siempre la hemos visto. También, que traiga a la memoria el trabajo de antiguos exploradores extranjeros que valoraron las riquezas naturales de nuestro país más que muchos pobladores que sólo las vieron como recursos explotables. Especialmente para mí, es significativo que las interesantes fotografías de uno de ellos, el biólogo estadounidense Richard Evans Schultes, hayan sido la fuente de inspiración de un libro años atrás: “El río”, y todo esto de una película colombiana ahora. Por último y como con la primera película de Guerra, que se haya producido una obra de calidad gracias todo un equipo humano tras él, contando para ello con actores naturales que además descienden de las etnias indígenas que representan en la película.
Si Ciro y su equipo se traen el Oscar a Mejor Película Extranjera del 2016, se puede decir que es el reconocimiento al talento y al esfuerzo, en caso contrario esto último no se puede dejar pasar por alto, valorar a medias o echar abajo; además, es algo que ya está avalado con otros premios y nominaciones como el Premio Art Cinema en la sección Quincena de Realizadores del Festival de Cine de Cannes 2015, que refleja la esencia de cine arte o cine autor de la obra en la que el director es a la vez guionista, estampa su estilo personal con mayor libertad creativa y es realizada por pequeñas productoras con bajo presupuesto.
Ruego a la sabiduría divina y ancestral que la historia del cine colombiano tenga otro punto de giro en los Premios Oscar 2016 este 28 de Febrero, pues su nominación es uno. Sin embargo, a pesar de ese hito, "El abrazo de la serpiente" en sí es el principal, el que ha puesto a rodar ilusiones y el que abrirá puertas a futuro a quienes sueñan y trabajan mostrando o denunciando realidades, o quizá sumergiendo al público en fantasías, pero con una óptica diferente a través del arte.
