Ahora resulta que el mayor anhelo de las mujeres de hoy es encontrar un macho dominante que las domine. Según el argumento del último “Best Seller”, que no precisamente se han distinguido por ser obras literarias de calidad, sino por ser “muy comerciales”, las mujeres modernas, en esencia, no han cambiado mucho en relación con sus ancestrales congéneres, pues aún esperan la llegada de su príncipe azul, heroico y atractivo, que las rescate de su tediosa vida y las lleve a vivir la aventura deseada. Solo que ya no esperan que descienda de un corcel blanco, sino de un helicóptero, un auto deportivo o una supermoto.
El triste argumento de la obra literaria y de la película, es una tradicional historia romántica, donde el galán es un sádico y exitoso empresario, con poder e influencia y la protagonista es una chica insignificante, típica estudiante de una carrera “poco exitosa”, como Literatura, que aunque es inteligente, no deja de estar a la expectativa de “su salvador”, del buen partido que la “elija” para ser “suya”.
Ni la misma autora de la misma, una escritora “amateur” que tan solo participó en una especie de blog para aficionados que, fantaseando con una continuación de la saga de “Crepúsculo”, pensó que sus primeros pinos en la escritura la fueran a llevar tan lejos.
Muchas obras clásicas de la literatura universal no han sido merecedoras de una versión al estilo Hollywood, pero este ensayo de novela de una maestra corriente alcanza rotundos éxitos de taquilla. ¿La razón? Un extendido mal gusto o un mal entendido en torno a lo que es una “buena obra”. Evidentemente la injerencia de lo comercial en lo artístico, ha provocado una mezcla de ambas cosas.
En resumen, el mensaje que transmite a su público- en su mayor parte femenino- esta tragicomedia sadomasoquista es: no te ocupes de ser una mujer independiente, profesional, autónoma. ¿Para qué? El verdadero placer y felicidad está en encontrar un rico magnate que te escoja para maltratarte, rebajarte y humillarte a cambio de unos buenos orgasmos. El mundo se reduce a unas buenas “cogidas” con un atractivo pervertido y maniático sexual, que te lleve por las nubes en su nave voladora.
Después de “Las Muñecas de la Mafia” y “Sin Tetas no hay Paraíso”, el nuevo modelo a seguir por nuestras jóvenes mujeres es “Qué rico ser una de las cincuenta perversiones de un papi como Christian Gray”.