Desde que Fernando Gómez Agudelo convenció al general Rojas Pinilla para traer el 14 de junio de 1954 la televisión al país, los colombianos han intentado identificarse con los dramatizados que ella emite. Pocas veces estos han alcanzado un éxito absoluto. Desde la muerte de Fernando Gaitán parecemos condenados a repetir el mismo sonsonete, incluso parecemos condenados a repetir una y otra vez un modelo de machismo injustificado como es Betty la Fea, historia que, incluso, tiene como galán al clásico macho maltratador.
Acá hubo un momento en el que grandes creadores como Carlos Mayolo vertieron toda su sabiduría en sus melodramas. Acá un listado por las 5 mejores telenovelas colombianas de todos los tiempos. El listado va de menor a mayor
5. Azúcar: Carlos Mayolo aceptó la propuesta en 1989 de RCN para hacer la serie se rodeó de un equipazo conformado por el guionista Mauricio Navas y un elenco sólido como Vicky Hernández, a quien ya la conocía desde el rodaje de la Mansión de la Araucaima, una joven Alejandra Borrero, su íntima amiga caleña y Gerardo de Francisco entre otros. Su manera de dirigir, desparpajada, una rumba intensa, se trasladó en la pantalla. Ver Azúcar fue una de las cosas más bellas que nos haya pasado en la televisión nacional.
4. La venganza de Analía: De la mano de Juana Uribe Caracol Televisión ha tenido su momento de gloria. Esta producción tuvo la valentía de meterse en el espinoso e inabordable tema de la política nacional. Un triller delicioso e intenso que se puede ver en Netflix y que el tiempo la empieza a poner en el sitial que le corresponde. La actuación de Marlon Moreno es sencillamente impresionante.
3. El Cartel de los Sapos: Los Soprano acababa de terminar con su inquietante final y el genio de Luis Alberto Restrepo -creador del clásico La Primera Noche- le dio por adaptar el libro del narco Andrés López donde contaba los más escabrosos secretos del Cartel del Norte del Valle. La propuesta fue un éxito internacional de dimensión inusitada, una obra coral en donde monstruos como Robinson Díaz, Julián Arango o el Flaco Solórzano mostraron lo mejor de su talento. El ritmo que tiene la serie es adictivo, trepidante. Al ser una obra coral uno tenía que resignarse a amar a estos capos despiadados y, en algunas ocasiones, hasta sufrir por su muerte. Electrizante.
2. Escobar, el Patrón del mal: Carlos Moreno, el Scorsese colombiano, adaptó con precisión y tino la biografía de Alonso Salazar, la más completa, la mejor que se ha hecho sobre el jefe del Cartel de Medellín. Su dirección de actores consagró a un monumental Andrés Parra al que le costó muchísimo trabajo desmarcarse de un papel que podría haberlo encasillado. Es, después de Betty la Fea, la más exitosa de nuestras producciones a nivel internacional. Lo de Cristian Tappan también fue consagratorio. Muchos santurrones se quejaron de que se hicieran este tipo de narcoseries en el país. Por favor, a los flagelos hay que mostrarlos y denunciarlos.
1. Cafe, la de 1994: RCN decidió hacer un remake de la obra cumbre de Fernando Gaitán pero es imposible recrear una obra maestra. Pobre Laura Londoño exponerse a sacarle a la gente de la cabeza la imperial actuación de Margarita Rosa de Francisco quien será siempre nuestra única Gaviota. Fue un éxito en más de 40 países y traducida a decenas de idiomas. Fue la primera producción nacional que tuvo un éxito mundial. Su huella es imborrable.
