Ayer, horas antes de que la licitación del Transmilenio por la 68 fuera adjudicada, revocando su promesa de campaña, Claudia López publicó un vídeo en Twitter con un mensaje a los ciudadanos. Aquí hago un breve análisis y extraigo cinco técnicas de manipulación discursiva utilizadas en este mensaje para esquivar las críticas de los sectores que reclaman su acción sobre la licitación de un sistema de buses bastante cuestionado.
Hoy es un día amargo para mi y para Bogotá. En la Av 68 habríamos podido hacer un metro ligero limpio que alimente la primera línea de metro, en vez de un Transmilenio.
Peñalosa desconoció a quienes votaron por mi propuesta y aprovechó sus 2 últimos meses para imponernos otro TM pic.twitter.com/5q9DRYrG9J
— Claudia López ? (@ClaudiaLopez) January 24, 2020
1. Culpar al predecesor: todo el tiempo culpó a Peñalosa -como Duque a Santos- de abrir la licitación a pesar del pedido suyo de que no lo hiciera. Se justificó retóricamente poniéndose a la sombra de un proyecto aprobado antes por el exalcalde, enfatizando en que tiene toda la voluntad, pero no se puede.
2. Crear drama y tensión: “¡Nos queda este día, pocas horas!", -noten su angustia- “¡si aún como yo quisiera, llega una solicitud de la Procuraduría General de la Nación!” -suspenso. “Yo no quiero esa troncal” pero me toca. Así se victimiza: libera su culpa y queda como que tuvo toda la intención. Estrategia discursiva.
3. Crear miedo: Si suspendo la licitación, dice, “los expongo a todos ustedes a que de sus bolsillos, de sus impuestos, tengan que pagar las eventuales demandas que nos pondrían”. Así desvía la carga y se asume como defensora del bolsillo del ciudadano, creó un tema nuevo, y redujo la presión para oponerse a la licitación.
4. Sentimentalizar una decisión impopular. “…muy a mi pesar tenemos que hacerlo y no podemos parar”. Así contiene emocionalmente a sus críticos.
5. En toda esta retórica veloz estos aspectos son imperceptibles y ahí radica la efectividad del mensaje. Así tejió una narrativa con datos técnicos y jurídicos, que no son del dominio común, encubriendo retóricamente otras posibilidades de acción.