Persisten las situaciones en las que las parejas del mismo sexo son discriminadas por su condición sexual. He aquí el recuento de cinco historias que dan cuenta:
Hotel La Bella Suiza (Neusa, Cundinamarca)
Dos mujeres, quienes son pareja, reportaron en días recientes que fueron discriminadas cuando quisieron reservar una habitación en el hotel La Bella Suiza, localizado cerca al embalse del Neusa en el departamento de Cundinamarca. De acuerdo con las declaraciones que le ofrecieron a la W, cuando quisieron solicitar la reserva y señalaron que eran pareja, los encargados del lugar les dijeron que no era posible. Esto, porque según ellos tienen una política en la cual no aceptan el ingreso de parejas del mismo sexo, ya que esto “incomodaría a las familias que buscan tranquilidad en este lugar”.
Igualmente, dijeron que tras varios intentos de hacer la solicitud, siempre recibieron la misma respuesta por parte de La Bella Suiza, lo cual contradice el modo en el que se presenta este lugar, que supuestamente “invita a sus visitantes a espacios acogedores, pensados con amor, para el descanso, la paz, las familias y la compañía de los amigos”. Paola Valencia, una de las afectadas, manifestó que siente impotencia e injusticia ante el hecho de que casos como estos se presenten en estas épocas y más en un país que busca cambios.
Hotel Holiday Inn Morros (Cartagena, Bolívar)
Sin embargo, no es el único caso. A principios de este año, el gerente del hotel Holiday Inn de Cartagena le pidió a Rafael Yánez y a su novio, luego de que se dieran un beso en la piscina del alojamiento, que se separaran ya que sus expresiones de cariño incomodaban a los huespedes. Además, les sugirió trasladarse a otro recinto más privado.
Diego Sierra, familiar de la pareja, contó en ese entonces a Caracol Radio que los dos hombres no estaban realizando ningún acto obsceno, solo estaban compartiendo un momento juntos como cualquier pareja. Por su parte, Yánez, uno de los afectados, señaló a la misma emisora que estaba sorprendido y añadió: “para mí es un irrespeto porque no se nos dan los derechos, nosotros no estuvimos haciendo nada obsceno, de pronto nos dimos un beso que es algo normal, pero no estábamos haciendo nada irrespetuoso con nadie. No sé en qué momento algún huésped consideró que estábamos haciendo algo irrespetuoso".
Bar El Campanario (Bogotá D.C.)
También, está Leonard Burgos, quien en octubre del año pasado intentaron echar del bar El Campanario de Bogotá, ubicado en la calle 83 con carrera 13, por estar bailando con otro hombre y por besarlo. Según su relato: "un guardia me empujó y me dijo: «usted no puede hacer eso». Respondí: «el que no puede hacer lo que está haciendo es usted, es un delito». Sin embargo, la cosa siguió, quisieron sacarme a la fuerza hasta que, después de un largo rato, el dueño del bar lo impidió, tal vez al enterarse de que expulsarnos no había sido tan fácil. Me sorprendió notar que los guardias actuaron como si tuvieran un respaldo institucional, pues era notable la seguridad que tenían sobre cómo estaban procediendo, a pesar de que mis amigos y yo alegásemos que eso que estaban haciendo no lo podían hacer. En resumidas cuentas, lo que me pasmó, más que el hecho terrible de la discriminación, fue justamente la seguridad y la legitimidad con la que los guardias parecían desenvolverse y el convencimiento con el que actuaron para expulsarnos del lugar".
Bar-Restaurante Office Liquor (Medellín, Antioquia)
En octubre del 2015, Felipe Cárdenas Orozco y su pareja fueron sacados a la fuerza del establecimiento. Tras pagar la cuenta y mientras hacían fila para entrar al baño, se dieron un beso y un abrazo, justo ahí el presunto administrador les dijo que "no era un bar de locas”. Se desató una discusión, luego llegaron dos oficiales de policía, que mediaron recomendándoles que se fueran del establecimiento. Después de salir, a una cuadra y media, fueron abordados por unos sujetos que los tiraron al piso y empezaron a darles puntapiés en la cara y el cuerpo.
“Una de las amigas con las que nos encontrábamos en el momento relata que una de las meseras del establecimiento estaba en el lugar de la golpiza gritándonos groserías e improperios”, dijo Cárdenas. Esto lo llevó a pensar que los agresores podrían ser empleados o personas direccionadas por los trabajadores del bar, porque según testigos estaban uniformados con camisetas similares a las del establecimiento.
Estación de Transmilenio - Suba Av. Boyacá (Bogotá D.C.)
En mayo del 2012, una demostración de amor entre dos mujeres de orientación homosexual causó revuelo en esta estación del sistema de transporte. El hecho ocurrió cuando la pareja se estaba despidiendo y se dio un beso, el cual llamó la atención de algunos de los usuarios, cuyo rechazo no se hizo esperar.
Después de eso, un patrullero de la Policía se les acercó y les pidió sus identificaciones, supuestamente para comprobar sus antecedentes. En ese momento se generó revuelo en la estación, al punto en el que una de las vendedoras de tiquetes les dijo que lo que estaban haciendo era prohibido en TransMilenio y que además era una falta de respeto con los pasajeros y con el espacio público. Las llamó ignorantes y entre muchas cosas, les dijo que se fueran a una residencia.
Al final, el uniformado les pidió a la pareja que se salieran de la estación. No obstante, responsables del Sistema de Transporte aseguraron ante la denuncia que "no hay ningún tipo de restricción para estas manifestaciones de afecto, a menos de que se trate de un acto sexual. De lo contrario no debe haber ninguna sanción".
Discriminación, más común de lo que parece
Estos casos no son aislados, de hecho, son bastante frecuentes en Colombia. Todavía existe resistencia en la sociedad frente a las parejas del mismo sexo. A pesar de que han habido muchos avances en el asunto, el tema para muchos sigue siendo un tabú y objeto de juicios severos.
Además, de acuerdo a la ley 1482 de 2011, se supone que la discriminación en Colombia es un delito, razón por la cual se debe penalizar a quien discrimine a alguien basándose en la orientación sexual. Lo dicho, sin contar con que en muchas ocasiones a estas personas se les viola su derecho a la igualdad, el cual debe ser salvaguardado en todas las situaciones.
Cabe anotar que la Corte Constitucional no limita las expresiones de afecto entre homosexuales ni heterosexuales en espacios comunes, a no ser que estén cargadas de expresiones de genitalidad. Inclusive, la sentencia 568 del 2015, de la misma entidad judicial, menciona que las parejas del mismo sexo tienen derecho a expresiones afectivas al igual que las heterosexuales.
Igualmente, el nuevo Código de Policía señala que los sitios que realicen actos de discriminación, además de escarnio público, recibirán una multa tipo 4, es decir con 32 salarios diarios mínimos vigentes, la más alta que se contempla en la normativa.
Los derechos reconocidos en nuestro país a las parejas del mismo sexo, tanto los que no, no pueden seguir siendo vulnerados. Deben ser respetados, sin ningún tipo de condición y prejuicio.
