Si alguna vez se ha preguntado cómo hace una persona vegana para sobrevivir en su extremo de no comer carne ni ningún producto animal, ahora la incógnita yace en si la carne cocida tampoco es la salida. Derek Nance es oriundo de Kentucky y este año completó su quinto aniversario de ingerir nada más y nada menos que carne cruda. Luego de atravesar por una enfermedad que le hacía devolver todo lo que ingería, Derek lo probó todo. Se deshizo de los lácteos y nada, hizo la dieta mediterránea de sólo pescado, pero no funcionó; se volvió completamente vegano al igual que su novia, pero seguía vomitando todo lo que deglutía.
Los doctores asumieron que se trataba de alguna alergia a los alimentos, pero nunca dieron con la solución. Hasta que por fin alguien apareció con el remedio perfecto a todos sus males y le sugirió que tratara una versión carnívora de la dieta Paleolítica: comer sólo carne cruda. En teoría, como los animales que somos, nuestros estómagos están diseñados para comer carne cruda por lo que esta dieta no presentaría riesgos para el ser humano. Eso por un lado, el sabor y el mal aliento por el otro pero eso ya es harina de otro costal. Igualmente Derek dice que se cepilla regularmente con grasa animal, así que no se preocupen por el mal aliento. ¿O sí?
Esta dieta tiene sus orígenes en los años 30 cuando un dentista llamado Weston Pierce notó que los nativos americanos eran mucho más saludables que en su tiempo y que podía deberse a que tenían una dieta estricta de grasa y vísceras crudas. Apenas Derek se enteró de la existencia de dicha dieta, aceptó tratarla, cansado ya de no lograr nada con las anteriores soluciones. Así que, sin pensarlo dos veces, cogió las dos cabras que tenía en su patio trasero y que usaba para leche y queso, las sacrificó y se las comió crudas. Nunca pensó que le funcionaría tan bien. Claro, diarrea las primeras dos semanas, pero después todo fue cuesta abajo desde entonces.
Desde que comenzó la dieta, su cuerpo ha asimilado muy bien la transición y ya no sufre de los constantes vómitos y por fin puede sentirse satisfecho. No se cansa de comer lo mismo todos los días y afirma que a la tercera semana de haber empezado la dieta, tuvo un sabor a sangre coagulada en la parte de atrás de la garganta y que desde entonces le empezaron a dar grandes antojos de más y más carne cruda. Tanto así que aun cuando va a casas ajenas, lleva su dosis de vísceras y carnes crudas igual que cuando un vegano lleva sus lechugas y pepinos para todo lado.
Sin embargo, uno de los temas que más tabú crea es que este singular señor también come carne en estado de descomposición. “Es un probiótico natural” afirma Nuance quien explica que su problema en un principio era la falta de enzimas que ayuden a descomponer los alimentos y que la carne podrida le ayuda a suplir este déficit. Así que Derek deja podrir los trozos de cordero antes de comerlos para que estos le ayuden a digerir los otros pedazos de carne cruda. Delicioso.
Su único problema ahora es el tamaño de su nevera por lo que se ve limitado a comprar solo cordero ya que una res no le cabe en tan reducido espacio. Su nevera ahora parece la despensa de Satán: trozos de carne chorreantes de sangre, vísceras en frascos y una cabeza de cabra macho se mantienen frescos para ser saboreados placenteramente por este moderno hombre de las cavernas . “Abro el cráneo, extraigo y como el cerebro. Es una delicia por lo que lo guardo para comerlo solo en los fines de semana”. Su familia tampoco es muy fan de su nueva forma de vida y piensan que está completamente loco. Comer carne cruda es algo que simplemente no aceptan. Su padre, quien tiene un máster en biología, dice que tarde o temprano sufrirá algún tipo de patógeno por tan peligrosa dieta; y su madre se quiebra en llanto cada vez que le mencionan la decisión de su hijo que para ella es su sentencia de muerte.
Probablemente sufrirá de algunos trastornos por la falta de una dieta balanceada. Vivir solo de carne no te hará bien, como tampoco vivir de vegetales lo hará. Hay que encontrar cierto balance o bien consumir varios complementos alimenticios para que no le haga falta nada. Quizá Derek esté loco y pronto sepamos cuáles problemas enfrentará por tan extrema forma de alimentarse, pero si sus problemas se ven menguados y disfruta de lo que come, ¿quiénes somos para tildarlo de loco? La verdadera heroína es su novia, quien siendo vegetariana, se aguanta la halitosis tan seria que debe tener su devorador de carne cruda. Ella es la que debería llevarse todos los créditos de la hazaña.