Desde una cárcel de máxima seguridad en Estados Unidos, Salvatore Mancuso prendió el ventilador pero sus confesiones en la Sala de Justicia y Paz de Barranquilla no han sido del agrado de quienes en el pasado tuvieron nexos con el máximo líder del Bloque Norte de las Autodefensas. En numerosas ocasiones ha recibido amenazas de muerte en su contra y la de su familia por medio panfletos del Bloque Occidental de las Águilas Negras.
A esto se le suma, el testimonio de Mancuso en la Comisión de la Verdad, frente a frente, de su enemigo de guerra Rodrigo Londoño, alias Timoncheko. Ante el padre Francisco de Roux, Mancuso aseguró que el paramilitarismo se originó como una alianza entre los empresarios más poderosos de las regiones y el Estado para acabar con la guerrilla. Además, el Bloque Norte habría pactado con políticos, entre los que se involucraron concejales, alcaldes, gobernadores y senadores. El paramilitarismo inclusive habría montado hasta presidente de la República. El mismo Mancuso tuvo un carnet especial para ingresar a los batallones del Ejército en donde se llevaban a cabo las reuniones entre paramilitares y políticos. Mancuso también reveló que el extermino de Unión Patriótica no fue a manos de las autodefensas sino del Estado.
Con las declaraciones y el pedido del exjefe paramilitar para ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz, volvieron las amenazas. El 30 de agosto, Mancuso y sus abogados fueron amenazados, una vez más, por las Águilas Negras, justo minutos después de comparecer a una audiencia de formulación de cargos en el Tribunal Superior de Barranquilla.
Esta es la denuncia pública de Salvatore Mancuso:
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