Llegó el día de la posesión del nuevo presidente, quien a pesar de haber hecho un discurso, con el que cualquier buen colombiano estará de acuerdo, antes de este, convirtió la orden imperativa de traer la espada de Bolívar, en una fuerte acción simbológica de su autoridad que será absoluta e incuestionable. Así regirá los destinos de Colombia del 2022 al 2026, y mandará con firmeza, aunque a veces pueda parecer teatral. Para el presidente que tomó posesión la tarde del 7 de agosto de 2022, la forma, el mensaje, la percepción y el propósito, son igual de importantes. Dicho esto, confieso que comprendo el significado emotivo que tenía la presencia ceremonial de la espada para el ahora presidente.
Pero renunciaré al impulso de comentar los detalles de la posesión presidencial -una tentación periodística muy fuerte- porque estoy seguro que toda la prensa y redes la desmenuzarán bien. En cambio, me parece propicio registrar un cierre de cuentas que refleje la realidad que recibe el gobierno que empieza, de la mano de lo que creo, puede ser, una guía heurística para el descubrimiento de lo que veremos en el próximo cuatrienio.
Lo primero es subrayar que el artificioso y rebuscado esfuerzo de Roy Barreras -en su discurso flojo- para simular una distancia de Petro con sus raíces ideológicas, no cuajó. Tampoco el esfuercito por ridiculizar, con cifras inventadas, al presidente saliente.
La historia de gobierno de Iván Duque es la de un mandatario que sereno y asertivo, no se dejó desenfocar y se aferró al timón conduciéndonos con éxito a través de la tormenta perfecta que fuera la pandemia más letal ocurrida en la tierra durante los últimos tiempos, y aunque su mandato estuvo ineluctablemente condicionado por ésta, entregó un país con una cobertura de vacunación contra el covid 19, superior al 70 % en esquemas completos, y de este, el 40 % con dosis de refuerzo, lo que supuso que Colombia regresara a la normalidad, cuidando la salud, protegiendo la economía del país, preservando más de 4.000 empleos y estimulando la creación de nuevos puestos de trabajo.
Mucho es que el Fondo Monetario Internacional estime que Colombia será una de las economías del mundo que mejor crecerá en 2022 (5,8 %) y 2023 (3,6 %). El informe de 'Perspectivas económicas' de la OCDE, presentado en París este 8 de junio, estima que el PIB de Colombia crecería 6,1 % en 2022, siendo el país de la OCDE con mejor proyección de comportamiento de su economía para este año.
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A partir de la difícil e itinerante realidad de la pandemia, con el difícil derrotero del sostenimiento del crecimiento económico, todo lo logrado en otros frentes, es digno de destacar
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A partir de la difícil e itinerante realidad de la pandemia, con el difícil derrotero del sostenimiento del crecimiento económico, todo lo logrado en otros frentes, es digno de destacar. 258,000 subsidios de vivienda, 11 millones de colombianos beneficiados por el programa de ingreso solidario ($55 billones), agua potable por primera vez a más de 2 millones 500.000 personas, 720.000 jóvenes vulnerables acceden a la gratuidad en instituciones de educación superior públicas, más de 400 nuevos colegios el país. 971.000 personas salieron de la condición de pobreza al compararse con el año 2020, la incidencia más baja que hemos observado desde 2010.
El programa de economía naranja, que muchos se resisten a reconocer deja un saldo importante: 53 proyectos, entre películas, series y realities, han recibido los Certificados de Inversión Audiovisual -CINA, logrando un gasto en el país mayor al billón de pesos, una cifra sin precedentes, y generando más de 20 mil empleos por parte de productoras como Netflix, Amazon, Walt Disney, MTV Networks, Telemundo y Apple TV en asocio con productoras nacionales como Dynamo, CMO Producciones, Ag Studios Colombia, Alibi Films, Caracol Televisión, Fox Telecolombia, Teleset, Vista Producciones y Mediapro.
En el frente energético, lo que parecía una utopía, toma una forma y estructura importante: más de 20 grandes granjas solares, 2 parques eólicos, 10 proyectos de autogeneración a gran escala y más de 3.000 pequeños proyectos solares a pequeña escala. Granjas solares y los parques eólicos permitirán mitigar 968.708 toneladas de Co2 al año, cifra equivalente a sembrar más de 63 millones de árboles en promedio. Muchos de los proyectos llevan energía a los rincones más apartados del país por primera vez, beneficiando a miles de familias y generando empleos para las comunidades.
Respecto al cumplimiento del acuerdo de paz con las Farc, es de subrayar el que se lograra vincular a 8.669 personas en proceso de reincorporación (6.464 hombres y 2.205 mujeres), en proyectos productivos y emprendimientos (individuales y colectivos), con una inversión de $84.309 millones. En infraestructura a pesar de la pandemia, insisto en ello, resulta admirable destacar el que se haya logrado avanzar en todo el país con más de 12.000 km de vías rurales mejoradas, vías que ayudan a los campesinos a sacar sus cosechas, a tener mayor seguridad, a tener mejor calidad de vida. Todo esto significó una inversión histórica de $5, 6 billones de pesos para conectar a todas las comunidades beneficiadas con estas vías. Otro hito es haber entregado 10 vías de última generación que conectan a los colombianos y a agosto proyectamos colocar en funcionamiento 8 más para un total de 18 vías 4G. En los programas 4G, el Gobierno Duque gestionó la construcción de 457 kilómetros de vía entre segundas calzadas, dobles calzadas y terceros carriles, además de la rehabilitación y mejora de 1.772 km (esto sumado las 10 4G).
En el sector defensa pese a que fue evidente el saboteo por vía de litigios estratégicos a la medida de fumigación, se logró atacar las estructuras por otros caminos. Se incautaron más de 2.000 toneladas de clorhidrato de cocaína, 251 toneladas de base de cocaína, 1.725 toneladas de marihuana y más de 2.000 toneladas de hoja de coca y más de 35 millones de insumos para la elaboración de drogas ilícitas. Se capturó y extraditó al máximo cabecilla del Clan del Golfo. Dayro Antonio Úsuga alías Otoniel y lo propio ocurrió con 190 cabecillas de grupos armados organizados, los cuales fueron desarticulados, como los Puntilleros, Caparros y Pelusos.
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Como ministra de Ambiente nombró a una ecologista radical, como ministra de Minas y Energía a una filosofa “activista ambientalista”, una comunista radical para el cargo de ministra del Trabajo
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¿Qué se viene con el nuevo gobierno? Salvo el caso de José Antonio Ocampo, está claro que, en sectores estratégicos, de enorme incidencia en la economía y el empleo, el recién posesionado presidente designó personas reconocidas por su activismo radical de izquierda. Como ministra de Ambiente nombró a una ecologista radical que pondrá palos en la rueda a los proyectos de desarrollo, por vía de restricciones y dilaciones en las licencias. Escogió como ministra de Minas y Energía a una filosofa, que se define como “activista ambientalista”, sin ninguna experiencia en la industria, que desconoce las regulaciones del sector energético, y que no estará por la labor de acrecentar la autosuficiencia energética, sino en la de frenar la avanzada de megaproyectos, para reivindicar y satisfacer a colectivos que no se han caracterizado por la minería legal y limpia. A lo anterior, se suma, la selección de una comunista radical para el cargo de ministra del Trabajo. Gloria Inés Ramírez ha sido clara en su ideario y frente a lo que piensa de los empresarios, entendiendo su misión como la de una sindicalista al uso: ir por grandes reformas a los contratos de trabajo y contra lo que denomina “neoesclavitud”. Es claro que estas designaciones poco ayudarán a sostener el crecimiento, a dinamizar la economía o a procurar mayor desarrollo. Muy poco, tal vez nada.
¿Qué decir del nuevo ministro de Defensa? Por ahora solo que, tiene los automatismos propios de quien ha prejuzgado y ejercido control y persecución judicial, tan propios del mecanismo adversarial, y que está muy lejos de los conocimientos estratégicos, la teoría militar, el peso geopolítico de una fuerza armada de la dimensión de la colombiana, y mucho menos de la disciplina de la función del accionar militar. Finalmente, llama la atención ver a Álvaro Leyva Durán, por un lado, reunido a manteles con la delegación de Irán, fungiendo de canciller y al tiempo de director de negociación de lo que se anuncia será la nueva “ley de acogimiento” a la justicia, algo “parecido a lo que se hizo con las Farc”, pero con más “sutilezas”. Así las cosas, la guía heurística perfilada hasta aquí, informa con desconsuelo, que el panorama no es claro, es más bien nebuloso, turbulento y de pronóstico reservado.
@sergioaraujoc