El arte escénico ha estado pensado solo para las personas sin discapacidad visual, pero las personas ciegas disfrutan de este a través de los diálogos de los personajes, los sonidos y el apoyo de un acompañante que describe las escenas visuales que no tienen diálogos ni sonidos. Sin embargo esta realidad se ha ido transformando, en la ciudad de Medellín surge una propuesta que rompe con los esquemas sobre la manera como se había hecho teatro hasta ahora, y explora nuevas posibilidades de hacer y disfrutar del arte escénico. Alexis Gómez, fundador y director del Teatro Galeón de Bello Antioquia le apostó a la inclusión y puso a volar su imaginación para hacer accesible el teatro para las personas con deficiencia visual.
Todo empezó en el teatro Matacandelas de Medellín con la presentación de la obra: “Al otro lado del jardín”, donde asistió un espectador ciego. A esta persona la función lo cautivó de tal manera que le manifestó a su acompañante que la obra le hizo erizar la piel. Alexis se dio cuenta de lo expresado por la persona ciega y le surgió una pregunta: ¿Cómo se puede hacer teatro para personas invidentes?, pregunta que quedó en su mente.
Después de este evento, el elenco de Teatro Galeón tuvo la oportunidad de participar en un festival de teatro en Buenos Aires Argentina, donde escucharon que había un grupo de teatro que utilizaba la técnica de teatro ciego. Alexis y su elenco se interesaron por ver una de sus obras pero no tuvieron la posibilidad de asistir a ninguna de sus funciones porque no coincidían los horarios. Pero al director del Teatro Galeón se le incentivó aún más la curiosidad y empezó a investigar sobre el tema, descubriendo que en 1991 en Córdoba argentina surgió una propuesta de teatro inclusivo que buscaba explorar nuevas formas de presentar el arte escénico y de llevar a las personas a disfrutar el teatro desde una experiencia sensorial. (https://es.wikipedia.org/wiki/Teatro_Ciego) Al finalizar esta investigación, el director y dramaturgo Alexis Gómez, junto con su elenco del Teatro Galeón deciden explorar en el uso de la técnica del teatro ciego y montan una obra titulada: Noctámbulo cierra tus ojos, abre tus sentidos, obra que es ganadora del premio Beca de creación teatral del Ministerio de Cultura Nacional en el año 2014.
Noctámbulo es una experiencia sensorial entre espectadores y actores, todos bajo la misma condición, en total obscuridad, abriendo los sentidos para percibir la obra y el mundo de otra manera. La historia es narrada desde la voz del protagonista quien devela sus secretos y angustias. William Wilson cuenta el relato de la atormentada ausencia de su amada Camille, quien fue víctima de un atroz asesinato. Estos sucesos se narran frente a Una audiencia en un juicio final, que tiene a William como único culpable de la muerte de su amada y de su tía. La obra nace a partir de algunas situaciones de la vida del escritor estadounidense Édgar Allan Poe y de varios de sus escritos como: El cuervo, Los crímenes de la calle Morgue, El gato negro y El corazón delator, los cuales dan vida a esta dramaturgia.
La obra Noctámbulo ha tenido tanto éxito que El Teatro Galeón y su director, Alexis Gómez, están pensando en realizar un nuevo proyecto con esta misma técnica del teatro ciego. Dicho montaje podría estar listo para el final del presente año, y podría tener como temática las memorias de violencia que ha vivido Colombia en las últimas décadas.
Finalmente, este teatro refleja la capacidad del hombre para innovar, para crear formas distintas a las convencionales y permite desvanecer esa frontera entre las personas ciegas y las videntes, pues en este tipo de obras las personas videntes pueden percibir la realidad como lo hacen los ciegos, y las personas con deficiencia visual pueden disfrutar la obra sin ningún tipo de apoyo visual. Por consiguiente, el Teatro Galeón y su director Alexis Gómez demuestran que la inclusión sí es posible, solo se requiere actitud y los deseos de transformar realidades donde todos quepan, gracias a ello, tanto las personas invidentes como videntes pueden disfrutar de esta gran obra: Noctámbulo.
