A partir del 11 de diciembre se estrenó a nivel mundial la obra cumbre de nuestro nobel García Márquez: Cien años de soledad. A partir de entonces ha habido toda suerte de comentarios, la mayoría no muy favorables a la adaptación. Sin embargo, en la plataforma ha marcado bien.
A nivel global se posesiona en el número tres en la categoría de series de habla no inglesa, con 3,6 M de visualizaciones, después de "la Palma" (13,1 M), y "cuando el teléfono suena" (4,4 M). Estuvo en el top 10 en 38 países, toda América Latina, incluida Brasil, en Europa estuvo en el top 1 en Bélgica, Bulgaria, Suiza, Chipre, España, Grecia, Croacia, Hungría, Italia y Luxemburgo, top 10 también en Egipto por África, en Israel por Asia, y Nueva Caledonia por Oceanía.
No le ha ido igual en la crítica, que coincide en que es un buen trabajo visual desde la perspectiva costumbrista, pero le falta la magia.
A mi juicio es desigual por la calidad de los actores, siendo mejor llevada a partir del tercer capítulo. Igual es un acierto narrar tal y como está escrito en el libro, sobre todo porque permite a lo no hispanohablantes seguir el texto como lo concibieron los traductores, aunque allí también se hubiera podido incluir la voz del propio autor. Y detalles malos, como un fantasma convertido en zombie persiguiendo a los protagonistas con una mano en el cuello, se hubiera corregido con trucos básicos como la difuminación del personaje.
Pero como fue una obra financiada para ser vista en el canal de Netflix, por el momento está cumpliendo.