Esta letra compuesta por el ya olvidado Quirino Mendoza y Cortés (1862 – 1957), que es y ha sido el tema por excelencia para identificar el romanticismo de este país y que ha sido entonada por los más grandes de la música, se ha convertido en el símbolo de fortaleza de un país que ha sobrevivido a todo tipo de cambios sociales, pero sobre todo a la ira de la tierra.
Esa ira que se ha sentido en los últimos días a raíz del paso de huracanes y dos terremotos, uno de 8.2 y el otro de 7.1 Este se registró justo cuando se celebraba un año más de aquel movimiento sísmico que destruyó parte de la capital mexicana en 1985.
Según los registros del Servicio Sismológico Nacional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han ocurrido varios movimientos telúricos de esta índole desde 1787, cuando según los escritos se presentó un movimiento telúrico de magnitud entre 8.4 y 8.7 en las costas de Oaxaca y así, durante varios años se han registrado otros terremotos con magnitudes similares.
En 2017, 230 años después de aquel terremoto de Oaxaca se registra uno de 8.2 en el Golfo de Tehuantepec, dejando un número de 100 víctimas, según los diferentes medios de comunicación locales e internacionales.
Días después y tras haberse presentado un numero aproximado de 3400 réplicas se registra este nuevo terremoto en Puebla,uno de 7.1 grados en la escala de Richter, dejando hasta ahora unas 220 víctimas y aproximadamente 500 replicas, las más fuerte presentada en Chiapas al sur del país.
Lo más impactante dentro de estas horas de intenso rescate ha sido ver la fortaleza de los mexicanos al entonar esta canción que es su símbolo, que yo la he cantado estando a kilómetros de distancia recordando aquellos ojitos negros de contrabando.
Pero hoy esa canción se convierte en un clamor a la naturaleza para que se calme un poco con este país que ha tenido que sufrir desde la independencia, la guerra contra Francia, el “Porfiriato” y la revolución y tiempos en los que se ha demostrado la fortaleza y pujanza que hoy la tierra no ha podido derrumbar.
Este es un mensaje de fuerza para aquellos que aún esperan por ser rescatados y como dicen las redes sociales #FuerzaMexico