Motivados por el grave problema ambiental que aqueja al planeta, lo que incluye la mala disposición de los residuos plásticos, un grupo de jóvenes emprendedores en Medellín decidió meterle la ficha a incentivar el reciclaje a gran escala para su reincorporación en el ciclo productivo.
Tomando como referente otras experiencias globales similares, diseñan, fabrican y operan máquinas de reciclaje RVM (Reverse Vending Machine en inglés o Máquina Expendedora Inversa en español), en las cuales el usuario deposita envases plásticos (PET transparente o verde) a cambio de un incentivo económico.
Con el lema de transformar desperdicios en oportunidades, desde 2017 la empresa encontró en el Metro de Medellín a su principal aliado hasta ahora, pues en cinco de las estaciones del sistema de transporte público (incluida una de tranvía y una de Metrocable) se han instalado máquinas que permiten a los usuarios la llamada Recarga Verde: $50 en la tarjeta Cívica por cada botella plástica depositada.
Y la sinergia ha rendido buenos frutos, pues a la fecha se han recolectado más de 2,7 millones de envases, equivalentes a más de 80 toneladas que se han podido reciclar.
En entrevista, Miguel Uribe, director ejecutivo y cofundador de Ciclo (Ingeniería Sostenible Global), explica algunos detalles adicionales sobre esta innovadora apuesta por un desarrollo más sostenible en sus tres pilares básicos: económico, social y ambiental.
¿Qué los motivó a desarrollar estos equipos (y qué tanto influyó el que los mares se estén llenando de plástico)?
Nos motivó el problema ambiental tan delicado que vivimos actualmente. La forma de producción, consumo y disposición de los residuos (principalmente los plásticos) es insostenible. Diariamente, millones de toneladas de plástico van a nuestros ecosistemas o rellenos sanitarios y este desperdicio de recursos representa también un desperdicio de dinero (en Medellín, el desperdicio de botellas plásticas equivale a ¡más de 80 millones de pesos al día!). Nos dimos cuenta de que estos recursos podrían ser utilizados para ayudar a suplir las necesidades básicas de las personas, más en un país y una ciudad como la nuestra y esto nos motivó aún más a fundar Ciclo.
Para las máquinas RVM, ¿qué otras experiencias globales les sirvieron de referente?
Las máquinas RVM existen desde hace muchos años en el mundo y revisamos modelos de muchos países. Lo que tratamos de hacer fue adaptar ese tipo de soluciones al mercado y entorno en el que vivimos, haciendo lo que mejor sabemos hacer: desarrollando tecnología.
Aparte del Metro de Medellín como principal aliado hasta ahora, ¿qué otras empresas o segmentos se han mostrado interesadas en replicar la iniciativa de instalar las máquinas?
En el poco tiempo que llevamos en el mercado, el Metro ha sido un aliado importantísimo que ha creído en el proyecto. Actualmente existen otras empresas interesadas en vincularse y empezar a ayudarnos a transformar desperdicios en oportunidades, pero estamos madurando nuestra propuesta hacia el mercado para poder llegar a ellos con modelos de negocio que permitan generar valor compartido.
¿Cuánto plástico se ha recuperado hasta ahora?
A la fecha hemos recolectado más de 2,7 millones de envases, lo que equivale a más de 80 toneladas de material que hemos logrado reciclar. Todos los envases que recibimos son destinados a procesos de economía circular, es decir, que buscamos que se conviertan en nuevos envases a través de aliados transformadores y así completen el Ciclo.
¿Ven factible que en supermercados y otros sectores también se instalen estas máquinas a cambio de puntos de fidelidad u otros beneficios, se han explorado esas otras alternativas?
Sí lo vemos factible y esperamos pronto llegar a universidades, grandes superficies, colegios y otros lugares públicos en general. Nuestro objetivo es que dejemos de ver los residuos como un desperdicio y empecemos a verlos como un recurso que podemos utilizar para reducir los gastos y mejorar la calidad de vida de las personas.
¿Hay algún otro punto importante que quieran destacar?
Toda nuestra tecnología de hardware y software es desarrollada 100% por nosotros. Somos una empresa innovadora que cree en el talento y la tecnología local como herramienta para apuntar a objetivos globales y generar impacto positivo.
