La salida de Uber de Colombia al final del mes de enero deja un hueco de 2 millones de clientes que utilizaban la plataforma, atendidos por los 88.000 choferes activos de los 80 mil que tenía inscritos la empresa líder en el mercado de servicios de transporte urbano. Los taxistas de calle o asociados en cooperativas y en agremiaciones tradicionales como Taxi Libre –más conocidos como los amarillos de Unos-, ven también una oportunidad de copar la demanda del mercado. Todos tendrán que hacer esfuerzos de servicio y seguridad para lograr la reputación de Uber, empezando por las plataforma como Cabify de origen norteamericano y español; Beat creada en griega; la rusa InDriver y la china Didi; también está la colombiana Fory.
Uber aterrizó en Colombia a finales de 2013, de la mano de Tappsi, uno de los startups más famosos del programa Apps.co impulsado por el gobierno Santos para estimular emprendimientos digitales y que terminó absorbido por la española Cabify en 2015. Continuó con los taxis amarillos, mientras que Uber se quedó con los de color blanco y luego pasó al servicio de transporte privado y con diferentes variantes.
En junio del 2018 llegó la griega Beat, en diciembre del mismo año los colombianos de Fory abrirían aplicación al igual que los rusos Indriver, quienes en Barranquilla, por ejemplo, son los reyes del mercado. No manejan precios fijos acordados previamente y por tanto abren la puerta para regatear con el conductor.
Tappsi fue absorbida a finales de 2015 por la brasilera Easy Taxi, empresa que también había llegado en 2011. Easy Taxi y Cabify se asociaron hace dos años bajo la sociedad comercial Maxi Mobility y el liderazgo del español Juan de Antonio Rubio quién fuera fundador de Cabify, por lo pronto, ambas plataformas, continúan operando por separado. El principal accionista es el gigante de comercio electrónico japones Rakuten Capital, que también es el inversor principal de la aplicación de Lyft, la mayor competencia de Uber en EE. UU.
Con una estrategia enfocada inicialmente en ciudades intermedias, en mayo del 2018 inició sus operaciones en el país la rusa InDriver, cuyo CEO y fundador es Arsen Tomsky. Su puerta de entrada fue Cúcuta, pero hoy está brindando servicio en 12 ciudades. Su modelo de ofertas en tiempo real es diferente a los demás, puesto que permite a los pasajeros y conductores negociar los términos de viaje y su costo.
Los inicios de esta compañía se remontan a las nevadas en Rusia en 2012, cuando los taxistas duplicaron los costos de los viajes. En respuesta, los habitantes de la ciudad de Yakutsk (Rusia) crearon en una red social “Conductores independientes”, en el que indicaban el precio que estaban dispuestos a pagar y los conductores aceptaban sus pedidos. Cuando el grupo superó las 60.000 personas, crearon una aplicación que ahora tiene su sede principal en Nueva York y cuyo servicio es usado por 12 millones de usuarios en 140 ciudades del mundo. A agosto del 2019, InDriver superó el millón de viajes en América Latina.
Otra aplicación que llegó a mediados del 2018 es la griega Beat, la cual entró inicialmente a Bogotá y hoy opera también en Medellín y Cali. La compañía constituida en Colombia como Taxibeat, fue fundada en Atenas en mayo de 2011 por Nikos Drandakis, su actual CEO, quién tras alcanzar una operación sólida en Grecia, inició su expansión en Sudamérica a través de Lima y Santiago de Chile. Beat fue adquirida en 2017 por Daimler AG (Mercedes Benz) y ahora es parte de su grupo de servicios de movilidad.
El gigante chino de aplicaciones de transporte, Didi Chuxing, después de reclutar un ejército de directivos en Colombia, se instaló en el país en abril del año pasado. Didi es la empresa dominante en China, donde posee un 87 % del mercado, lo que le significa más de 11 millones de trayectos al día, pero su operación en el mundo es tres veces esa cantidad. En 2016 las actividades de Uber en el mercado chino fueron absorbidas por Didi mediante un intercambio de acciones luego de una guerra ruinosa para ambos que duró dos años. En América Latina las dos firmas ya están compitiendo en Brasil y México.
Creada por la fusión de empresas rivales, Didi Dache (respaldada por Tencent Holdings) y Kuaidi Dache, del grupo Alibaba (una de las empresas de comercio electrónico más grandes del mundo), Didi está valorada en $56.000 millones. El grupo japonés SoftBank es uno de sus principales accionistas. Una de sus fortalezas es su amplio catálogo de servicios, desde un taxi tradicional o contratar los servicios de varios tipos de vehículos privados, otra ventaja para el mercado Chino es que esta anidada a los superapps de pagos electrónicos, Alipay y mensajería instantánea y red social, WeChat.
A pesar de la falta de regulación, el mercado colombiano sigue siendo muy atractivo para las nuevas plataformas que ofrecen el servicio de transporte en carros particulares, un boom que parece nadie puede parar así se haya ido del país, al menos temporalmente, Uber.