Esta ruta es sólo un parte del Parque, nos faltó conocer Lagunas de Siecha, pero es una oportunidad para volver. De regreso a Bogotá, nadie habla, no hay mucho que decir, todos queremos guardar en nuestra cajita de momentos inolvidables el sonido del agua y el viento, el olor a tierra mojada, a musgo, los colores y la magia, esa que Dennis no deja de encontrar en Chingaza. El agua, qué poderosa. Chingaza nos cuida.