En acto de cierre, Kast, quien es criticado por su defensa de la dictadura del general Augusto Pinochet, ha criticado a Boric por su alianza con el partido Comunista,
"Lo que estamos viendo aquí es un debate atrapado en las trincheras de la Guerra Fría, del comunismo contra el fascismo", dijo Kenneth Bunker, director de la consultora Tresquintos, quien anotó que la "virulencia y polarización" podría desanimar a algunos votantes. "Es la antigua división de izquierda a derecha", recalcó.
Muchos chilenos apoyan las políticas de libre mercado que impulsaron al país rico en cobre a décadas de crecimiento y lo convirtieron en un bastión de la estabilidad económica en la volatilidad de América Latina. Pero un número creciente quiere cambios para abordar las profundas desigualdades.
Algunas de las demandas han surgido por las bajas pensiones, que los críticos atribuyen al sistema altamente privatizado de Chile, mientras que otras han criticado los altos costos y, a veces, la calidad dudosa de la educación privatizada y las brechas entre la atención médica pública y privada.
Los votantes conservadores han planteado dudas sobre el aumento de la inmigración y existen preocupaciones sobre la ley y el orden provocadas por las protestas en la capital y los violentos enfrentamientos entre la Policía y los grupos indígenas mapuche en el sur del país.
¿Cómo van los sondeos?
Kast, quien obtuvo una mayoría parcial en la primera vuelta el 21 de noviembre, tiene el 48,5 % de la intención de voto, por delante de Boric con el 48,4 %, según una encuesta a 2.218 votantes potenciales realizada por el grupo de consultoría AtlasIntel.
En la primera vuelta, Kast obtuvo el 27,9% de los votos y Boric el 25,8%.
Las primeras encuestas tras la ronda inicial favorecieron en varios puntos al político de izquierda y exlíder del movimiento estudiantil Boric, pero esa ventaja ha disminuido en los últimos días.
Los votantes más moderados, según muestran las encuestas, se han inclinado más hacia Boric que hacia Kast, aunque la brecha se está reduciendo. Sin embargo, la historia está potencialmente en contra de Boric. Desde 1999, el ganador de la primera vuelta siempre ha ganado la segunda vuelta.
Un poco más de 15 millones de chilenos pueden votar en las elecciones del domingo.
La votación comienza a las ocho de la mañana hora local y finalizará a las seis de la tarde. Se espera que los resultados lleguen con bastante rapidez el domingo por la noche.
Presidenciales en medio de una Constituyente
Las elecciones están enmarcadas además por las protestas sociales que sacudieron el país en 2019. Los manifestantes reclamaban por la inequidad social y económica que atraviesa Chile.
El presidente Sebastián Piñera, para intentar conjurar la crisis, llamó a un plebiscito para cambiar la Constitución que data de la época de la dictadura. El 78 % de los votantes respondieron abrumadoramente en las urnas con un sí al cambio de la carta magna.
Quien gane la presidencia tendrá que estar al mando del referéndum para aprobar o rechazar el texto de una nueva constitución durante su primer año en el cargo.
Para Marco Moreno, director de la escuela de gobierno de la Universidad Central de Chile, el ganador deberá en "enfrentar un Congreso diferente al actual, un Congreso más equilibrado, casi partido en dos.
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