Con profunda indignación y malestar he leído la nota Cincuenta años después de la muerte del Che, es hora de bajarlo del pedestal, publicada el 4 de octubre de 2017.
Permítame decirle que, en más de 50 años, no había leído un artículo tan irrespetuoso, ignominioso y oprobioso sobre Cuba y sus líderes, que pone de manifiesto de forma clara una profunda animadversión de su autor hacia la Revolución cubana.
Ariel Peña González ha escrito otros artículos sobre Cuba, también marcadamente groseros como Fidel Castro: el peor tirano de Latinoamérica en los dos últimos siglos (25 de julio de 2016); Ernesto “Ché” Guevara era un psicópata (11 de julio de 2016), los cuales han sido publicados en la página web de la Fundación Centro de Pensamiento “Primero Colombia”.
Es lamentable que en la nota del 4 de octubre no se mencione que el 1ro de enero de 1959 triunfó la Revolución cubana para liberar a la isla del derramamiento de sangre, la marcada pobreza, la prostitución y todos los males que pueden afectar a un país, que se enraizaron con la dictadura de Fulgencio Batista. La Revolución trajo consigo la independencia y la soberanía de mi país, hasta el día de hoy.
No es por “…obra y gracia del aparato propagandista cubano…” que el Ché constituye un símbolo, no solo para los cubanos, sino para millones de personas en el mundo. Ello es obra y gracia de su ejemplo imperecedero y de su aporte a las causas justas del mundo.
Honestamente, sería interminable rebatir cada frase reflejada en ese artículo. Sí le puedo decir, absolutamente convencido, que Ariel Peña González debe estudiar más la historia de Cuba, para abordar con seriedad los temas, sin efervescencias huecas.
En la página web de Las 2 Orillas aparece la siguiente frase: “Este es un espacio de expresión libre e independiente que refleja exclusivamente los puntos de vista de los autores y no compromete el pensamiento ni la opinión de Las2Orillas”. Lamentablemente, yo como periodista que soy, discrepo de este criterio. No creo que un medio de comunicación publique un artículo sin compartir las ideas que en él se reflejan. No obstante, espero que basado en el derecho a “la libertad de expresión”, mi nota de protesta sea igualmente publicada por Las 2 Orillas.
Permítame concluir con una frase sobre el Ché del prestigioso escritor portugués José Saramago: “Che Guevara, si tal se puede decir, ya existía antes de haber nacido, Che Guevara, si tal se puede afirmar, continúa existiendo después de haber muerto. Porque Che Guevara es solo el otro nombre de lo que hay de más justo y digno en el espíritu humano. Lo que tantas veces vive adormecido dentro de nosotros. Lo que debemos despertar para conocer y conocemos, para agregar el paso humilde de cada uno al camino de todos”.