Con toda la entereza que puede demostrar un ciclista que perdió todos sus dientes y se fracturó la muñeca en un accidente, López, de 23 años, se levantó para alzar los brazos en el observatorio astronómico Calar Alto. Mientras tanto, Esteban Chaves se descolgó en el primer y único ataque que hubo en el puerto de montaña que cerraba la etapa. Se le vio débil y poco a poco fue perdiendo tiempo con Froome. Ya no es segundo sino tercero, pero el podio está en peligro porque solo tiene una diferencia de 3 segundos con el cuarto de la clasificación general.
Pero qué decir de la actuación de Miguel Ángel López, gregario de Fabio Aru en el equipo Astana, que desde hace rato la única imagen que muestra es la de un ciclista que le faltó pelo para la moña. A pesar de que en 2015 se ganó la Vuelta a España, desde entonces su carrera deja más saldos negativos que positivos. Para nadie es un secreto que Aru no tiene el nivel para estar entre los capos del pelotón, y aunque en el Tour de Francia se vistió de amarillo, fue más un golpe de suerte que de autoridad.
Una etapa emocionante, y faltando kilómetro y medio para la meta, López se puso adelante en la carrera, mientras Froome y Níbali intentaban seguirle la estela, odisea imposible ante el ataque de 'Superman' como muchos lo conocen en el pelotón. Al Chavito, por su parte, se le vio sufrir en todo el puerto de montaña, con ojeras que mostraban que el ciclista colombiano no estaba teniendo un buen día. Todavía queda mucha Vuelta y Esteban Chaves puede recuperarse, pero la tiene difícil, no solo por él, sino porque su equipo no demuestra el nivel suficiente para acompañar a un líder innato como lo es el bogotano.
Miguel Ángel López seguirá siendo protagonista y ya anunció de qué está hecho, porque lo que hizo hoy y ha hecho en toda su carrera deportiva demuestra que es un campeón del ciclismo.