La inteligencia artificial (IA) ha tomado una inmensa popularidad, gracias a las numerosas aplicaciones que se perciben como herramientas que facilitan la vida de niños, jóvenes y adultos. Esta IA está impactando de forma disruptiva la educación básica, media y profesional, tanto en términos de cómo se enseña y se aprende, como en términos de la gestión y la administración de los sistemas educativos. Sin darnos cuenta o estar preparados, la IA hoy permite:
- Personalización del aprendizaje:la IA puede ayudar a adaptar la enseñanza a las necesidades individuales de los estudiantes. Al analizar los datos de aprendizaje y las interacciones de los estudiantes, los sistemas de IA pueden ofrecer recomendaciones y sugerencias personalizadas sobre el contenido y el ritmo de aprendizaje.
- Mejora de la evaluación: la IA puede mejorar la evaluación de los estudiantes, proporcionando una retroalimentación más detallada y precisa sobre su progreso y rendimiento. Los sistemas de IA pueden analizar los datos de aprendizaje de los estudiantes y evaluar su comprensión y habilidades de manera objetiva y precisa.
- Automatización de tareas administrativas: la IA puede ayudar a automatizar tareas administrativas como la gestión de registros, la programación de clases y la comunicación con los estudiantes y padres.
- Desarrollo de nuevas herramientas educativas:la IA puede impulsar el desarrollo de nuevas herramientas educativas, como chatbots educativos, tutoriales interactivos y juegos educativos personalizados.
- Dar respuestas a las preguntas convencionales que los educadores hacen a los estudiantes: la IA brinda al estudiante las respuestas que sus docentes realicen, lo que implica un reto para el educador de formular preguntas de una forma distinta con el fin de evitar que el estudiante le de como respuesta una transcripción de parte de la IA.
Frente a los cinco puntos anteriores surge la duda sobre la necesidad de mantener el rol del docente-humano en la educación y la respuesta por más vueltas que se le de al asunto siempre es sí. Los docentes siguen siendo esenciales cuando se aplica la IA en la educación. Aunque la IA puede mejorar el aprendizaje y proporcionar una retroalimentación más detallada y personalizada, no puede reemplazar completamente el papel del docente.
Los docentes son esenciales para guiar y motivar a los estudiantes, y para fomentar el pensamiento crítico y la creatividad en el aprendizaje. Además, los profesores pueden utilizar los datos generados por la IA para adaptar su enseñanza y proporcionar una experiencia educativa más personalizada para cada estudiante. El educador también es responsable de la implementación de la IA en el aula y debe asegurarse de que se utilice de manera efectiva y ética.
La IA debe ser vista como una herramienta útil y poderosa para mejorar el aprendizaje y la enseñanza, pero no puede reemplazar completamente el papel de los profesores en la educación, mientras que los docentes son fundamentales para proporcionar una educación integral que incluya no solo el conocimiento teórico, sino también habilidades sociales, emocionales y prácticas.
En resumen, la IA puede mejorar la educación, pero sigue siendo importante contar con profesores que proporcionen orientación, apoyo y una perspectiva humana en el proceso educativo. La combinación de la IA y la experiencia humana puede llevar a una educación más efectiva y personalizada para los estudiantes.
Nota: Para este artículo se utilizó Chat GPT como ejercicio de aprendizaje con dicha y otras herramientas de AI.